sábado, 31 de diciembre de 2011

Importante pérdida litúrgica: la festividad de la Circuncisión del Señor



Aunque tenía pensado hacer un recordatorio luctuoso por la pérdida de la fiesta de la Circuncisión del Señor, la carta de Monseñor Asenjo, Arzobispo de Sevilla por el año nuevo, me ofrece la ocasión para que este artículo no se quede en un mero recordatorio.

El Ordinario de la Archidiócesis de Sevilla afirma en su carta que:

La liturgia renovada después del Concilio Vaticano II ha colocado esta solemnidad, que sustituye a la antigua fiesta de la Circuncisión del Señor, en el corazón de la Navidad, reconociendo así el papel insustituible de María en el misterio que en estos días celebramos.

Aunque sea duro decirlo, lo que aquí afirma el Arzobispo esto no es más que liturgia – ficción. La fiesta de la Circunsición del Señor es una muestra de lo que es el desarrollo orgánico de la Liturgia, desarrollo que se terminó abruptamente en el año 1.969 año de culminación de la reforma orquestada por Bugnini, con el beneplácito y aquiescencia de S.S. Paulo VI.

Hace ya un año que publiqué un artículo, basado en una publicación del blog, lamentablemente perdido, Athanasius contra mundum. En síntesis, la festividad se compone de varias celebraciones litúrgicas: Circuncisión del Señor, Octava de Navidad y una tercera, dedicada a la Santísima Virgen. Posiblemente, en este día, se celebrase una segunda Misa en Santa María de la Antigua, en el foro. De esa fiesta nos han quedado antífonas tan bellas como esta:

Reconocemos, ¡oh María!, que siempre se ha conservado intacta tu gloriosa virginidad, como la zarza que vio Moisés sin consumirse. Madre de Dios, intercede por nosotros.

Como se puede comprobar, la Virgen María siempre estuvo presente en dicha festividad. Y no sólo por las antífonas, sino también por la hermosa oración colecta:

Oh Dios, que por la fecunda virginidad de la bienaventurada Virgen María, procuraste al género humano la gracia de la salvación eternal: haznos sentir la eficacia de su intervención, por la cual nos fue dado recibir al Autor de la vida, a nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina….

Es decir, la reforma litúrgica no recuperó nada.



En otro orden de cosas, nos tendríamos que preguntar por la importancia de la fiesta perdida. Dicha festividad es muy importante, tanto en el plano doctrinal como en el práctico:

1º.- Prueba la naturaleza humana del Señor. Es Cristo el que se circuncida, no un fantasma. La Sangre que fluye es verdaderamente Su Sangre.

2º.- Se unen el Antiguo con el Nuevo Sacrificio. Cristo cumple con la Ley Antigua: «Veis cómo toda la Ley Antigua fue imagen del futuro: porque la circuncisión significa la expiación de los pecados. El que es circuncidado espiritualmente, por la poda de sus vicios, es juzgado digno de las miradas del Señor», dice San Ambrosio en el Oficio de Maitines. La Iglesia, señalando a Cristo como judío, enseña que la Antigua Ley llega a su plenitud. La consecuencia es tremenda en cuanto el mandamiento judío deja de estar vigente.

3º.- En el orden práctico enseña la Iglesia que el Bautismo no se puede diferir. La Liturgia es, como siempre, la mejor catequesis.

Los estragos provocados por el arqueologismo litúrgico han sido mayúsculos.

El problema es la nula conciencia que tienen los obispos de este desastre. Un ejemplo es el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, que habla de la «liturgia renovada» por la que se reconoce «el papel insustituible de María en el misterio que en estos días celebramos», cosa que, como ha quedado demostrado, no ocurría en la Liturgia celebrada hasta el año 1.969 de manera ordinaria. Es más, el Misterio de la Virgen estaba unido al del Hijo, notable síntesis de desarrollo orgánico, como ya he dicho. De la festividad tal como ha quedado en el Novus Ordo no podemos decir lo mismo: se ha creado una fiesta de laboratorio con material antiguo.

El Papa Benedicto ha marcado un punto de no retorno respecto a la Liturgia, con la promulgación del Motu Proprio Summorum Pontificum. Recemos para que este año, la celebración de la Misa Tradicional siga extendiéndose por la Iglesia.

Oremus!

Feliz año 2.012.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Josef Pieper: Una teoría de la fiesta



En comparación con la falsificación de una fiesta ya institucionalizada, mediante el sofoco producido por aditamentos seudofestivos, la creación de nueva planta, en virtud de una decisión parlamentaria, digamos, la feria ex senatusconsulto, la fiesta fundad por el mismo hombre, la fiesta, por tanto, artificial, es un hecho relativamente diáfano, aunque se trate en el fondo de una seudofiesta de cuya falsedad difícilmente se percata el afectado por ella. Ciertamente, todas las fiestas, en algún modo, están «hechas» por el hombre, que no sólo las celebra, son también las organiza. Todo lo empíricamente captable de una fiesta, incluso de las grandes y tradicionales, desde su fijación en un determinado día del calendario hasta la estructura concreta del sacrificio, de las ceremonias, de las procesiones, etc., todo eso es, indudablemente, «instalación humana». No obstante se mantiene en pie el principio de que la fiesta es un día «que hizo el Señor» (Ps., 117,24). Se mantiene en pie porque el hombre bien puede hacer la celebración, pero no lo que se celebra, el motivo y el fundamento por el que se celebra, el motivo y el fundamento pro el que se celebra. La felicidad de haber sido creado, la bondad esencial de las cosas, la participación en la vida divina, la victoria sobre la muerte, todos esos motivos de las grandes fiestas tradicionales son puro don. Dado que nadie puede regalarse a sí mismo una cosa, tampoco puede haber verdadera fiesta fundada única y exclusivamente por el hombre.

En cualquier punto de la Historia en que se encuentren fiestas artificiales puede adivinarse una evidencia humana muy peculiar; concretamente, la pretensión del hombre, sobre todo como comunidad política, de procurarse la propia salvación, así como también la del mundo. La apariencia de tal plenitud de poder puede provocarse siempre, suponiendo que la propaganda política se ocupe suficientemente de ello. Incluso puede mantenerla durante cierto tiempo. Precisamente ése es el terreno sobre el que la fiesta artificial puede prosperar e incluso desplegar una fascinación más o menos convincente, sobre todo cuando la fuerza armada de las seudoartes, de la diversión, de lo sensacional y de la ilusión manipulada contribuyen a ello y además, quizá, el gobernante ordena y controla la «espontánea alegría de la fiesta».

Una teoría de la fiesta, Josef Pieper, ed. Rialp, pp. 78-89

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Santos Inocentes, mártires.

Salvéte flores Mártyrum,


Quos lucis ipso in límine


Christi insecútor sústulit


Ceu turbo nascéntes rosas.




Vos prima Christi víctima


Grex immolatórum tener


Aram sub ipsam símplices


Palma et corónis lúditis.




Jesu, tibi sit glória,


Qui natus es de Vírgine.


Cum Patre et almo Spíritu


In sempitérna saécula.


Amen.


Salve, flores de los Mártires,

que en el mismo umbral de la vida

fuisteis arrebatados por el perseguidor de Cristo,

cual rosas nacientes por el huracán.


Vosotros sois las primeras víctimas de Cristo,

los tiernos corderos inmolados

por Él, y jugáis, inocentes,

ante Su altar con la palma y la corona.


Gloria a ti, Jesús,

que naciste de una Virgen;

y al Padre, y al Espíritu Santo,

por los siglos eternos.

Amén.

Himno de Vísperas. Oficio Divino.  Misal diario y vesperal. Dom Gaspar Lefebvre (Decimoquinta ed.)

martes, 27 de diciembre de 2011

La carta valiente del Cardenal Ranjith



Fuente: The New Liturgical Movement.

Carta del Cardenal Ranjith dirigida a los participantes de la vigésima asamblea de la Federación Internacional Una Voce:
Quiero expresar en primer lugar, mi agradecimiento a todos ustedes por el celo y el entusiasmo con el que promueven la causa de la restauración de las verdaderas tradiciones litúrgicas de la Iglesia.

Como ustedes saben, es la adoración la que aumenta la fe y su realización heroica en la vida. Es el medio con el que los seres humanos se elevan al nivel de lo trascendente y eterno: el lugar de un encuentro profundo entre Dios y el hombre.

Por esta razón, la Liturgia nunca puede ser creada por el hombre. Porque si adoramos a la manera que queremos y establecemos las normas nosotros mismos, entonces corremos el riesgo de recrear el becerro de oro de Aarón. Tenemos que insistir constantemente en la adoración como la participación en lo que Dios mismo hace, de lo contrario corremos el riesgo de involucrarnos en la idolatría. El simbolismo Litúrgico nos ayuda a elevarnos por encima de lo que es humano a lo que es divino. En este sentido, es mi firme convicción de que el Vetus Ordo representa en gran medida y de la manera más satisfactoria, que llaman mística y trascendente, para el encuentro con Dios en la liturgia. Por lo tanto ha llegado el momento para nosotros de, no sólo renovar la nueva liturgia a través de cambios radicales, sino también de alentar más y más la vuelta del Vetus Ordo, como un camino para una verdadera renovación de la Iglesia, que fue la que los Padres de la Iglesia,sentados en el Concilio Vaticano Segundo, tanto desearon.

La lectura cuidadosa de la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilum, muestra que los cambios introducidos en la Liturgia más tarde, nunca estuvo en la mente de los Padres del Concilio.

Por lo tanto ha llegado el momento para que seamos valientes en trabajar por una verdadera reforma de la reforma y también en un retorno a la verdadera liturgia de la Iglesia, que había desarrollado a lo largo de su historia bi-milenaria en un flujo continuo. Deseo y rezo para que suceda.
Que Dios bendiga sus esfuerzos con el éxito.

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Felices Pascuas!



Les deseo unas muy felices Pascuas a todos mis lectores y amigos.

Que el Niño Dios les bendiga a ustedes y sus familias.

jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Qué hacemos con este Magisterio?



Todos los que empañan el brillo de la fidelidad y castidad conyugal, como maestros que son del error, echan por tierra también fácilmente la fiel y honesta sumisión de la mujer al marido; y muchos de ellos se atreven todavía a decir, con mayor audacia, que es una indignidad la servidumbre de un cónyuge para con el otro; que, al ser iguales los derechos de ambos cónyuges, defienden presuntuosísimamente que por violarse estos derechos, a causa de la sujeción de un cónyuge al otro, se ha conseguido o se debe llegar a conseguir una cierta emancipación de la mujer. Distinguen tres clases de emancipación, según tenga por objeto el gobierno de la sociedad doméstica, la administración del patrimonio familiar o la vida de la prole que hay que evitar o extinguir, llamándolas con el nombre de emancipación social, económica y fisiológica: fisiológica, porque quieren que las mujeres, a su arbitrio, estén libres o que se las libre de las cargas conyugales o maternales propias de una esposa (emancipación ésta que ya dijimos suficientemente no ser tal, sino un crimen horrendo); económica, porque pretenden que la mujer pueda, aun sin saberlo el marido o no queriéndolo, encargarse de sus asuntos, dirigirlos y administrarlos haciendo caso omiso del marido, de los hijos y de toda la familia; social, finalmente, en cuanto apartan a la mujer de los cuidados que en el hogar requieren su familia o sus hijos, para que pueda entregarse a sus aficiones, sin preocuparse de aquéllos y dedicarse a ocupaciones y negocios, aun a los públicos.

Pero ni siquiera ésta es la verdadera emancipación de la mujer, ni tal es tampoco la libertad dignísima y tan conforme con la razón que comete al cristiano y noble oficio de mujer y esposa; antes bien, es corrupción del carácter propio de la mujer y de su dignidad de madre; es trastorno de toda la sociedad familiar, con lo cual al marido se le priva de la esposa, a los hijos de la madre y a todo el hogar doméstico del custodio que lo vigila siempre. Más todavía: tal libertad falsa e igualdad antinatural con el marido tórnase en daño de la mujer misma, pues si ésta desciende de la sede verdaderamente regia a que el Evangelio la ha levantado dentro de los muros del hogar, muy pronto caerá —si no en la apariencia, sí en la realidad—en la antigua esclavitud, y volverá a ser, como en el paganismo, mero instrumento de placer o capricho del hombre.

Finalmente, la igualdad de derechos, que tanto se pregona y exagera, debe, sin duda alguna, admitirse en todo cuanto atañe a la persona y dignidad humanas y en las cosas que se derivan del pacto nupcial y van anejas al matrimonio; porque en este campo ambos cónyuges gozan de los mismos derechos y están sujetos a las mismas obligaciones; en lo demás ha de reinar cierta desigualdad y moderación, como exigen el bienestar de la familia y la debida unidad y firmeza del orden y de la sociedad doméstica.

Y si en alguna parte, por razón de los cambios experimentados en los usos y costumbres de la humana sociedad, deben mudarse algún tanto las condiciones sociales y económicas de la mujer casada, toca a la autoridad pública el acomodar los derechos civiles de la mujer a las necesidades y exigencias de estos tiempos, teniendo siempre en cuenta lo que reclaman la natural y diversa índole del sexo femenino, la pureza de las costumbres y el bien común de la familia; y esto contando siempre con que quede a salvo el orden esencial de la sociedad doméstica, tal como fue instituido por una sabiduría y autoridad más excelsa que la humana, esto es, por la divina, y que por lo tanto no puede ser cambiado ni por públicas leyes ni por criterios particulares.

Encíclica Casti Connubi, Pío XI, 27.



Sí, ¿qué hacemos con este Magisterio? ¿Quién habla hoy de esto?

lunes, 19 de diciembre de 2011

Dios guardó del lobo a nuestra Cordera


Desagravio en Gerena

El sábado, acto penitencial, ayer, Misa de desagravio. Ahora sólo hace falta que se tomen medidas contra los responsables.

Ver la noticia en la web del arzobispado de Sevilla.

p.s.

No se ha corregido el comunicado del arzobispado, que resulta insuficiente. El primer ofendido es Dios.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Los liberales tiene razón

Sí efectivamente. Es a la conclusión que he llegado tras leer esta noticia:

UNA DE LAS CAUSAS DEL PARO

El mayor absurdo 

de la economía española: 

el coste laboral crece

 durante la crisis

Mientras las empresas de la UE ajustan su situación en los momentos de dificultades, las españolas sólo pueden cerrar o despedir trabajadores.


Es que no hay derecho. Con la crisis que estamos atravesando, los trabajadores no están dispuestos a trabajar gratis. Es que son unos... me callo, me callo.

Yo le pediría al Gobierno del Extremo Centro, PP para los colegas y simpatizantes, vamos, a los progres de tránsito lento que si quieren salir de la crisis que hagan una nueva modalidad de contrato de trabajo: el de esclavo.

Es lo mejor para arreglar la economía. Y por supuesto las fiestas, todas a los lunes - toc, toc, ¿hay alguien en Añastro? -.

Lo que hay que leer.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Silencio en Mallorca

Un amigo «internáutico» me manda, a través del «libro de caras», el anuncio de otra obra blasfema en Mallora: un Belén viviente donde todos los personajes van desnudos.

La noticia, con su foto correspondiente, la pueden ver aquí.

El ¿artista? – cualquiera lleva ya ese nombre – en cuestión, Albert Pinya, es el autor de lo que podríamos decir, en plan castizo, esa buen mierda. Porque lo que ha hecho ese señor no es más que una mierda cuyo único fin es ofender. A Dios y a su Madre. No hay más, porque estos señores no tienen más en la cabeza, o no les cabe otra cosa, que un pene y una vagina.

Ahora bien ¿y el sucesor de los Apóstoles, esto es, el Obispo? Desde el Obispado, silencio, mutismo. Después nos echarán en cara a los fieles laicos la inacción, el testimonio, etc. Pero, ¿y ellos? ¿No se sienten afectados? ¿Y su conciencia? ¿No tiemblan? ¿No tienen miedo de no defender los derechos de Dios y de su Madre?

Pues eso.

Que los Obispos están encantados de haberse conocido.

¡Señor, ven pronto!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Qué ha pasado en la capilla del cortijo del Esparragal?



La empresa alemana, dedicada a la fabricación de chocolate, Lambertz ha publicado un álbum de fotos donde aparecen varias pelanduscas posando desnudas, entre ellas la tal Paz Vega. El posado, que se puede ver aquí, se hizo en la capilla del cortijo del Esparragal, sita en la localidad sevillana de Gerena. La imagen que aparece al fondo es la Virgen de la Encarnación, patrona de dicha localidad.

Lo único seguro es que la hermandad que custodia la capilla dio el plácet a que se hiciesen las fotos allí. ¿Conocía el contenido de las fotos? Según informa El Diario de Sevilla, sí; el periódico habla de que algunos miembros de la Junta de Gobierno, estuvieron presentes en la sesión - aunque se les invitó a salir a la hora de sacar las fotos -. Según el diario ABC, la hermandad «podría sentirse «engañada» en cuanto que desconocían el tipo de fotografías que la productora en cuestión venía desarrollando». La información, como se puede comprobar, es contradictoria. Aunque también puede ser que la hermandad esté cantando la palinodia ante el escándalo formado.

Desde el Arzobispado de Sevilla se ha pedido silencio, aunque según ha afirmado el párroco, José Salguero, «la hermandad dará unas explicaciones en la televisión del pueblo».

Como se puede ver todo es muy chocante y extraño. ¿Estuvieron o no estuvieron en la capilla los miembros de la Junta antes de comenzar la sesión fotográfica? Si se ha decretado silencio, ¿por qué la hermandad va a dar explicaciones en la tele del pueblo?

Lo que es cierto y verdad es que, si la hermandad ha sido engañada, la junta de gobierno está perdiendo el tiempo por no poner ya la correspondiente querella; si, por otro lado, la junta de gobierno ha sido colaboradora, el que está perdiendo el tiempo es el Ordinario, por no ponerlos a todos de patitas en la calle.

Como se está perdiendo el tiempo en organizar un acto de desagravio por el acto sacrílego y las fotos irreverentes.

Por Dios y por su Santa Madre.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Tota pulchra es, Maria, et macula originalis non est in te





¿Vemos, (…), cómo hay que responder a la pregunta: Se puede amar demasiado a la Santísima Virgen? Hay que responder con el Catecismo de la Santísima Virgen, muy bien escrito: «No; si María es un camino hacia Dios, cuanto más la amemos, más amaremos a Dios, y el verdadero amor a la Santísima Virgen, que es amor, no de adoración, sino de veneración, debe ir siempre en aumento».

La Madre del Salvador y nuestra vida interior. Reginald Garrigou – Lagrange, O.P. Ediciones Desclée De Brouwer, p. 321.

Immaculata Conceptio est hodie sanctae Mariae Virginis.

Quae serpentis caput virgineo pede contrivit.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El artículo de Monseñor Ocáriz y las dudas de San Juan Bautista



Monseñor Ocáriz ha sido uno de los interlocutores por parte de la Santa Sede, que ha tomado parte en las conversaciones mantenidas entre ésta y la HSSPX. Hace pocos días publicó un artículo sobre los grados de adhesión al Magisterio que en sí mismo aporta poco y que desde el punto de vista dialéctico diría que fracasa.

¿Por qué fracasa? Principalmente por dos razones: la primera, porque si lo que está en discusión es la continuidad de ciertas enseñanzas procedentes del Vaticano II, hablar de los distintos grados de adhesión desde éste último, no parece una idea muy feliz. En este sentido la justificación del Concilio deviene en un razonamiento circular, justificándose a sí mismo.

La segunda porque, frente a las dudas presentadas a Roma sobre la continuidad con el magisterio anterior de las enseñanzas del Vaticano II, pedir obediencia está bien, pero eso no elimina el problema. Las preguntas y respuestas están en dos niveles distintos. Es más, las preguntas, con dicho artículo – si es que realmente ese era el objeto del mismo – quedan sin respuesta.

A raíz de este artículo me he acordado de dos cuestiones: la primera, de las tesis del obispo de Ratisbona, Gerar Ludwig Muller, sobre la virginidad de María en el parto. No estaría mal que Monseñor Ocáriz le mandara al epíscopo copia certificada del artículo. La segunda cuestión es un tema que sale una y otra vez en las predicaciones, las dudas de fe. Dudas que se verían incluso en el Bautista. Queramos o no queramos nuestro mundo nos afecta. Tanto que incluso despista a cierto páter que celebra según la Forma Extraordinaria.

La semana pasada, segundo domingo de Adviento, la lectura de la Misa y del Breviario es la del Evangelio de San Mateo (Mat . 11, 2 – 10), en la que el profeta, San Juan Bautista, encarcelado, manda dos discípulos al Señor para que le preguntaran si realmente Él era el Mesías que había de venir o tenían que esperar a otro. Este Evangelio, como digo, se presenta como una duda de fe del Precursor. Pero, ¿es así? Bien, en la tercera lectura del oficio de Maitines del segundo domingo de Adviento, la lectura que se hace es la sexta homilía del libro de San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios. En ese mismo texto, San Gregorio, interpreta lo que a los ojos de los modernos exégetas no es más que una duda de fe. Dice San Gregorio:



Hermanos carísimos, debemos preguntarnos: Juan, profeta y más que profeta, que dio a conocer al Señor, cuando venía a ser bautizado en el Jordán, diciendo (Io. 1,29): He aquí el Cordero de Dios, ved aquí el que quita los pecados del mundo; que, considerando su pequeñez y el poder de la divinidad de Aquél, dice (Io. 3,30): Quien trae su origen de la tierra, a la tierra pertenece y de la tierra habla; el que ha venido del cielo es superior a todos, ¿por qué, estando e la cárcel, enviando a sus discípulos, pregunta: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?, como si no conociera al que antes había mostrado con el dedo y como si no supiera que es el mismo a quien había pregonado cuando predicaba, cuando bautizaba y cuando le señalaba con el dedo?

Mas esta cuestión se resuelve en seguida si se atiende al tiempo y orden de los sucesos; porque, cuando estaba en las orillas del Jordán, fue cuando aseguró que ese mismo era el Redentor del mundo; pero, cuando estaba encarcelado, es cuando inquiere si es el mismo el que ha de venir; y no porque dude que El mismo es el Redentor del mundo, sino que pregunta para saber si El, que había venido en persona al mundo, también descendería personalmente a lo profundo del infierno (del seno de Abrahán); por si, como, precediéndole en el nacimiento, le había anunciado al mundo, le precedía también muriendo y descendiendo al infierno.

Por esto pregunta: ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro?; como si claramente dijera: Así como te has dignado nacer para los hombres, da a conocer si también te dignas morir por los hombres y descender a los infiernos, de suerte que yo, que he sido el precursor de tu nacimiento, sea también precursor de tu descenso y anuncie que tú has de venir al infierno, como anuncié que habías venido al mundo.

He ahí por qué el Señor, requerido, después de enumerar los milagros de su poder, respondió en seguida, aludiendo a la humillación de su muerte: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el Evangelio a los pobres; y dichoso aquel que no tomare de mí ocasión de escándalo.

Obras de San Gregorio Magno, ed. BAC; pp. 555 - 556.

Tres categorías confluyen en la persona de San Gregorio: ser Papa, ser Padre de la Iglesia y, finalmente, ser Doctor de la Iglesia. ¿Bien? Que yo sepa, tan Magisterio es el Juan Pablo II como el de San Gregorio Magno, con la peculiaridad señalada en este último, que no es moco de pavo. Entonces, la pregunta es, ¿a estas cuestiones no alcanza la adhesión al Magisterio? ¿O es que el antiguo sí se puede orillar?

Pues eso.

martes, 29 de noviembre de 2011

Ruido




En teoría de la información, el ruido lo conforman un conjunto de señales que se introducen durante la transmisión entre el emisor y el receptor. Tenemos cuatro tipos:

- Ruido térmico: por efecto de la temperatura los electrones se agitan y producen un espectro uniforme que no se puede eliminar.

- Ruido de intermodulación: es el debido a un sistema de transmisión no lineal, que provoca nuevas frecuencias. Las mismas se suman o restan con las originales, dando lugar a componentes de frecuencia que antes no existían y que distorsionan la señal.

- Diafonía: señales que viajan por medios adayacentes se acoplan distorsionando la señal.

- Ruido impulsivo: es distinto a los tres anteriores en cuanto que no es predecible. Es un rumor continuo formado por picos irregulares, con una duración determinada, que afecta grandemente a la señal.


La entrevista a Fellay, liberada ayer por DICI, ha ocasionado mucho ruido impulsivo, que afecta enormemente a la señal, distorsionándolo. Es el ruido de los que no quieren o no pueden ver. Los que no pueden ver, no tienen más culpa que la de crear un parloteo ensordecedor, que distrae, pero relativamente. Mucho peor son aquellos que no quieren ver, que velan su inteligencia. No quieren hablar. Y no dejan hablar. Es mejor callar.

Silencio.

La crítica que plantean los «lefebvrianos» sobre la enseñanza conciliar y postconciliar es muy seria. No es un asunto baladí ni una cuestión que la inteligencia pueda soslayar. Sin embargo son muy pocos los contradictores; se pueden contar con los dedos de una mano. Y sobre ellos se arroja un manto de silencio.

A pesar del ruido, sigamos rezando.

sábado, 26 de noviembre de 2011

El obispo Müller y la virginidad de María en el part

Recientemente han salido unos escritos del obispo Müller en los que hace una interpretación del dogma de la virginidad de María, concretamente de la virginidad en el parto. El texto, publicado por el periodista Andrés Beltramo, dice lo siguiente:

En el acto del alumbramiento (como en otras realizaciones humanas básicas) se perfila una diferencia entre la pasividad del suceso a que se ve sometida la parturiente y su voluntad de comportamiento activo, es decir, de integración personal en la totalidad del acontecimiento. En perspectiva antropológica, esta diferencia se experimenta como “dolor”, desintegración y amenaza. Pero en virtud de la respuesta afirmativa a la encarnación de Dios, debe contemplarse la relación de María con Jesús, incluido el acto del alumbramiento, en el horizonte de la salvación escatológica que ha acontecido en Cristo.

Por consiguiente, el contenido del enunciado de fe no se refiere a detalles somáticos fisiológicos y empíricamente verificables. Descubre, más bien, en el nacimiento de Cristo los signos anticipados de la salvación escatológica del tiempo final mesiánico, ya iniciado con Jesús. En la interpretación teológica de la liberación de “dolores” de María en el acontecimiento del parto del Redentor debe también tenerse en cuenta la doctrina, testificada por la Biblia, del seguimiento de María hasta la cruz. La espiritualidad cristiana reconoce -de acuerdo con el modelo de María- que en todo parto que una mujer acepta en la fe hay una experiencia de la salvación ya venida escatológicamente.

Mientras unos párrafos más adelante, en la página 501, agrega: Desde los primeros años del siglo IV aparecen, con diversas variantes fórmulas trimembres acerca de la virginidad de María antes, en y después del parto. Su fundamento se encuentra en la maternidad virginal asumida en virtud de su disposición a creer. A partir de este enunciado cristológico sobre la virginidad de María antes del parto se sigue -con un sentido más acusadamente mariológico de la afirmación- la insistencia en el proceso mismo de parto (virginitas in parto), derivada del hecho de que María da a luz realmente al Dios hombre y Redentor y de que, en la secuencia de su absoluta entrega humana al acontecimiento de la redención, no tuvo ninguna relación con José, ni por tanto, otros hijos. El contenido de fe de la virginidad de María antes, en y después del parto y, por consiguiente, su virginidad perpetua, está testificado por todos los Padres de la Iglesia(.).

Más allá y por encima de la errónea interpretación del dualismo gnóstico de la virginitas in partu entendida como negación de la realidad de la humanidad de Jesús esta doctrina eclesial debe ser entendida en el sentido de la realidad de la encarnación. No se trata, pues, de singularidades fisiológicas del alumbramiento (por ejemplo, que no se abriera el canal del parto, o que no se rompiera el himen ni se produjeran los dolores propios de las parturientas), sino de la influencia salvadora y redentora de la gracia del Redentor sobre la naturaleza humana, que había sido “vulnerada” por el pecado original.
Para la madre, el parto no se reduce a un simple proceso biológico. Crea una relación personal con el hijo. Las condiciones pasivas del alumbramiento se integran en esta relación personal y están internamente determinadas por ella. La peculiaridad de la relación personal de María con Jesús está definida por el hecho de que su Hijo es el Redentor y de que en su relación con él debe ser entendida en un amplio horizonte teológico.

El obispo hace una relectura de la virginidad en el parto de la Virgen asumiendo unos principios antropológicos incompatibles con la Revelación. Uno de los grandes problemas de la teología actual es la asunción de la filosofía moderna y postmoderna acríticamente, sin estudiar previamente si dicha filosofía podía diluir la fe, que es precisamente lo que ha terminado haciendo. El problema es metafísico.

El obispo Müller repite, en fino, los errores de Joviniano (s. IV), que sostuvo la concepción virginal de la Virgen no así la virginidad en el parto. María habría perdido la misma ya que dio a luz a su Hijo según el modo ordinario de la naturaleza.

Joviniano, según cuenta la historia, tras haber vivido algún tiempo en un monasterio de Milán, acabó preso de los placeres sensuales, siendo llamado por San Jerónimo el Epicuro de los cristianos.

Antes que emborronar electrónicamente la red con mis palabras, prefiero dejar mi sitio al padre Alastruey, un teólogo insigne que escribió un tratado definitivo sobre la Virgen María. El problema es que el bueno de Alastruey es anterior al Concilio Vaticano II, por lo que su tratado, aunque monumental, está muerto, editorialmente hablando, para las nuevas generaciones.

Es hora de que yo cierre la boca y hable Alastruey:

Tesis: La Bienaventurada María conservó en el parto su virginidad sin mancha.

Es de fe.

1º. Símbolos y concilios.- El símbolo de los Apóstoles, el Concilio de Letrán, la Constitución Cum quorumdam, de Paulo IV, y el Concilio XI de Toledo, (…), profesan la virginidad de María en el parto.

2º.- Sagrada Escritura.- a) Isaías (VII,14): He aquí que concebirá un virgen y parirá un hijo… El profeta no solamente dice: He aquí que una virgen concebirá, sino que también dará a luz un hijo, y, por tanto, sus palabras, lo mismo que de la concepción, hay que entenderlas del parto in sensu composito, esto es, de virgen que permanece virgen en el parto. Y así fueron entendidas por los Santos Padres, entre los cuales San Ambrosio dice: «Esta es la Virgen que concibió en su seno, la Virgen que dio a luz un hijo. Pues así está escrito. HE aquí que una virgen concebirá en su seno y dará a luz; no dijo solamente que habría de concebir, sino que también que habría de dar a luz» (Ep. 42, ad Siricium Papam).

b) San Mateo (1,23): Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había anunciado por el profeta que dice: He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo.
c) San Lucas (11,7), insinúa el parto virginal de María con estas palabras: Y parió a su Hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo recostó en un pesebre. Lo cual, en verdad, no hubiera podido hacer María si hubiera estado sujeta a las molestias comunes de otras madres.

3º.- Santos Padres – Unánimemente los Santos Padres, desde los tiempos apostólicos afirma implícita o explícitamente el parto virginal de María.

San Ignacio Mártir dice: «Al principio de este siglo se le ocultó la virginidad de María, y el parto de la misma, y la muerte del Señor: tres misterios resonantes que fueron realizados en el misterio de Dios» (Ep. ad Ephesios, 18). Estas palabras muestran suficientemente que en la virginidad y en el parto de María hubo un misterio divino que se ocultó al demonio.

San Gregorio Taumaturgo: «Tú has nacido de María Virgen como quisiste, y como Tú sólo sabes, no violaste su virginidad, sino que la conservaste y se la diste con el nombre de María; y ni la virginidad impidió tu parto, ni tu parto violó la virginidad, sino que se unieron cosas tan contrarias como parto y virginidad, porque para Ti, Creador de la Naturaleza, esto es fácil y sencillo» (Serm. In sancta Theophania, entre las obras de San Gregorio Taumaturgo).

San Efrén: «Por esta razón nació de virgen, abriendo el Espíritu Santo el seno para que saliera el hombre que era autor de la Naturaleza…Por lo cual, niel que nació removió el sello de la virginidad, ni la Virgen sintió en el parto dolor y trabajo» (Serm. adv. Haereticos).

San Ambrosio, refiriéndose a las palabras de Ezequiel (XLIV,2): Esta puerta está cerrada; no se abrirá, y hombre no pasará por ella…, dice: «¿Qué puerta es ésa sino María? Puerta cerrada, porque es virgen. La puerta, pues, es María, por la que Cristo entró en este mundo, cuando nació de parto virginal y no destruyó el secreto de la virginidad» (De inst. virg., c. VII).
San Agustín: «Si la integridad de María se hubiera destruido por el que de ella nació, éste ya no nacería de virgen, y toda la Iglesia profesaría falsamente que había nacido de María Virgen; la cual (la Iglesia), imitando a su Madre (María), diariamente da a luz nuevos hijos y es siempre virgen» (Enchir., c. XXXIV).

San Pedro Crisólogo: «Virgen concibe, virgen da a luz y permanece virgen» (Serm. 117).

San León Magno: «Fue concebida por el Espíritu Santo dentro del seno de la Madre Virgen, que así lo dio a luz, salva su virginidad, como, salva su virginidad, lo concibió» (Ep. 38).

San Idelfonso, arzobispo de Toledo: «Si quitas a nuestra Virgen la generación o la integridad, haces ignominiosamente injuria a Dios. Pues niegas que tuviera poder para conservarla pura, confesando que pudo acercarse a la Virgen sin corromperla. Niegas que Dios pudiera hacer lo que quiere si concedes que, encontrando íntegra a su Madre, la dejó sujeta a la corrupción. Luego, como tú afirmas que la Divinidad omnipotente no favoreció a la virginidad, sino que la perjudicó, porque, si al nacer violó la dignidad virginal, destruyó por lo mismo la suma virginidad; con lo cual vienes a decir que naciendo desdoró a la Virgen el mismo que creándola la había adornado» (De Virginit. S. Mariae, c.I).

b) Se acusa a Tertuliano (De carn. Chr. 23) y Orígenes (Mom. 14, In Luc.) de haber negado la virginidad de María en el parto.

Pero, aunque así fuera, el disentimiento de estos dos escritores no puede debilitar el consentimiento de tantos Padres que hablan sin restricción alguna del parto virginal de María; pues, como dice Vicente de Lerín: «Si en la misma antigüedad se encuentra algún desliz en uno o más Padres, compárese con el sentir de los demás en la misma materia, y por el mayor número de ellos júzguese de la cuestión propuesta» (Adv. haeres. Novit)

Fuera de que la discrepancia en este asunto acaso haya de reducirse únicamente a Tertuliano, por lo que de Orígenes dice Neubert: «On pourrait donc resumer la pensée d?Origéne sur la virginité in partu en disant, suivant la terminologie scolastique, que s’il la nia quelque temps matériellement, il la profesia tojours formallement» (Marie dan l’Eglise anténicéenne, p. II).

Por lo demás, hay que perdonar a estos dos escritores si al combatir con ardor a los docetas, que negaban la realidad de la carne de Cristo, traspasaron los límites de la verdad y dijeron incautamente que María perdió en el parto su integridad virginal, para que no pareciese que el cuerpo de Cristo era fantástico.

4º.- Sagrada liturgia.- Celebra la liturgia en diversos lugares la virginidad inviolable de María en el parto: «Concibió por obra del Espíritu Santo a su unigénito Hijo, y permaneciendo en ella la gloria de la virginidad dio al mundo al que es la Luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro» (Praef. de B.M. Virgine).

«Darás a luz en verdad un Hijo, pero tu virginidad no sufrirá detrimento; concebirás, pero serás siempre madre intacta» (In Off. Annunt., resp. 3 ad Matut.)

5º.- Razón teológica.- A) De parte de Cristo: a) En cuanto es el Verbo de Dios, pues como dice Santo Tomás, el verbo no solamente es concebido en el corazón o en el espíritu sin corrupción, sino que también sin corrupción procede del espíritu. Luego para manifestasr que el cuerpo de Cristo era el cuerpo del mismo Verbo de Dios, fue conveniente que naciera del seno incorrupto de la Virgen.

b) En cuanto es Redentor del género humano, pues Cristo vino para quitar nuestra corrupción; luego no convino que al nacer destruyera la virginidad de su Madre.

B) De parte de la Bienaventurada María.- a) En cuanto que es Madre de Dios, pues si Cristo hubiera nacido como los demás hombres, nada habría en su nacimiento que demostrara que era verdadero Dios. Por esto dice San León: «Tal nacimiento convino a Cristo, poder y sabiduría de Dios, por el cual fuera semejante a nosotros en la humanidad y superior por la divinidad» (Serm. 1. De Nativ.).

b) En cuanto es corredentora del género humano; pues María en la obra de la redención es la nueva Eva, opuesta a la primera. Luego contrariamente a Eva y a sus hijas, que en pena del pecado están sujetas al dolor y a la corrupción del parto, María, nueva Eva, estuvo exenta de esas penalidades, como estuvo libre de culpa.

Gregorio Alastruey, Tratado de la Virgen Santísima. Ed. BAC, 1.945; pp. 454 – 457.

martes, 22 de noviembre de 2011

Elecciones


Bueno, pues ya podemos decir que España se ha salvado, ya que Rajoy se ha erigido como vencedor tras la «fiesta de la democracia». En breve no habrá ni aborto, ni divorcio, ni homononio. Hoy tenemos el mismo hambre, pero estamos muy contentos y agustito.

Según los analistas de la cosa, el PSOE se ha pegado el gran batacazo, cosa que no me deja de sorprender ya que ha sacado casi siete millones de votos - ¿he dicho algo? –. Más que trompada estamos ante los síntomas claros de una nación en descomposición.

UPyD ha sacado representación parlamentaria, 5 escaños, y la formación comunista, IU, ha pasado de estar exangüe a tener 11 escaños. Al PSOE le ha surgido competencia. Resulta muy curioso que, estando el PP como está, no haya surgido un partido de derechas en España que al menos tenga presencia parlamentaria. En este sentido, el partido del extremo centro es profundamente sectario.

Sin embargo todo esto no sería posible sin la connivencia de la jerarquía católica española. ¿Por qué? No es muy difícil de entender. No tiene ni pies ni cabeza que, estando la situación en España tal como está, los obispos no apoyasen a aquellos partidos que lleven en su programa político los principios no negociables explicitados por S.S. Benedicto XVI. Ni que usasen la COPE como altavoz para que sean conocidos por la ciudadanía, pero…

Si IU ha sacado once escaños, el voto católico, ¿no da para eso? La verdad es como para hacérselo mirar.

Espero que, cuando el PP no derogue la ley del aborto, devolviendo la ley tal como estaba antes del 1.982, empiecen las manifestaciones.

O sea.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Sociedad corrupta

Cuando dos cazadores afrontan una pena de dos años de cárcel y una multa, que se mueve en el arco comprendido entre los 200.000 y 2.000.000 de euros, por matar a un lince, mientras que se puede abortar libremente, quiere decir que la putrefacción ha llegado hasta los tuétanos.




viernes, 18 de noviembre de 2011

El miércoles en Misa


Ocurrió el pasado miércoles. Comenzó la Misa en una Parroquia cuyo nombre callaré. Yo me puse en la nave de la Epístola porque en la capilla que corona la nave, se encuentra reservado el Santísimo Sacramento. En llegando la consagración, escuché la campanilla. Hasta aquí nada especial. Pero hete aquí que, antes de la comunión, veo como una señora de edad provecta se acerca al Sagrario, lo abre y toma el Copón con las formas. Tras la comunión, la anciana repite la operación, pero en la reserva.

Sin embargo esto no fue lo que más me llamó la atención. Por desgracia, uno ya está acostumbrado a estos (ab)usos. Lo más chocante fue ver a la buena señora sentada junto a la silla del cura. Tremendo.

Antes, la comunión. La mayoría comulgó en la mano. Además no como lo prescribe la Iglesia. Hay que hilar muy fino para defender que esta forma de recibir al Rey de la Gloria está de acuerdo con la Tradición. Ni con la Tradición ni con el sentido común. Los gestos expresan lo interno. A mi mujer, cuando la veo, le doy un beso, no la mano. Porque el beso es una expresión de amor, de cariño, máxima, entre los esposos. Igual con Dios. ¿Cómo podemos tener a Dios en la mano? Comulgamos de rodillas porque no podemos arrastrarnos ante Él.

Empieza otra Misa, esta vez de difuntos. Una voz de una mujer avisó a los fieles que iba a empezar la celebración. Era el mismo cura, pero otra mujer. Esta vez fue el remate: iba vestido de monaguillo - no era la primera vez que la veía -.

Como alma que lleva el diablo, salí de allí.

El que no lo quiera ver, que no lo vea, pero hay un cisma - ¿o será herejía? – dentro de la Iglesia.

Y lo que es mucho peor: los que tienen autoridad no acaban con él.

La Iglesia Católica se desangra. Sacerdotes y feligreses. Jerarquía y pueblo.

martes, 15 de noviembre de 2011

Más sobre la nueva evangelización

El movimiento Sentinelle del Mattino nos depara nuevas sorpresas. Miren este video:



Casi al final de la proyección, aparece un acto de adoración al Santísimo. El sacerdote sin revestir - espero que al menos para la exposición se haya vestido correctamente -, las palmitas, los cantos, ¿se reconoce aquí a la Iglesia Católica?

Adoran al Santísimo, sí, tienen momentos de silencio - como los que aparecen en el video siguiente -




pero, en el fondo, ¿no estará emergiendo una nueva forma de religiosidad que rompe con lo anterior?

¿Ésta es la nueva evangelización?

jueves, 10 de noviembre de 2011

Evangelizar la «movida»




Los amigos de Infocaótica han recogido una información de ReL donde podemos ver la penúltima propuesta pastoral de Monseñor Rouco Varela: evangelizar la «movida». ¿Cómo? Rel nos da el método: la «Hora Feliz» o «Happy Hour».

Una vez que salí de mi asombro, pensé: ¿qué pasa en la Iglesia? ¿Cómo es posible esta propuesta? La propuesta de la «Happy Hour», muestra varias cosas de la mente de nuestros pastoralistas:

1º.- La lejanía de la realidad. No saben o no quieren saber. Del mundo de la noche lo desconocen absolutamente todo. Esa realidad se les escapa totalmente, por eso hacen esas propuestas ingenuas. ¿No hay nadie que les haya hecho llegar aunque sea el programa Callejeros, de Cuatro? ¿No leen los periódicos? ¿No salen a la calle tempranito para ver con sus propios ojos una riada de meados?

2º.- La tecnificación y la cosificación de la evangelización, como si el éxito o no fuera de un método, cuando el Único que convence es Cristo. Es realmente escandaloso lo que aparece en el artículo: «ahora no conviene hablar de Jesús». Si esta frase la escuchara San Pablo, ¿qué diría? ¿Es que un cristiano puede no hablar de Cristo? Posiblemente esa instrumentalización de la fe para conseguir un objetivo no les parezca mal, sin embargo no deja de ser patética, como mínimo. Y digo como mínimo porque no quiero entrar en los vericuetos en los que se ve implicado el primer mandamiento de la Ley de Dios.

3º.- Relacionado con lo anterior, habría que recordar que Nuestro Señor nos mandó ir y predicar el Evangelio. En ningún momento dejó en nuestras manos la capacidad de convencer.

4º.- La genética del método. Es algo que nos debemos preguntar. ¿De dónde lo han sacado? No parece que sea de la Tradición. De hecho, el método utiliza métodos del mundo, de un mundo que, más que de espalda a Dios, vive ajeno a Él. Olvidan nuestros pastores la singularidad de nuestro ateísmo que es dudoso incluso el calificarlo como tal. Realmente vivimos una situación de indiferencia. Al mundo le importa muy poco Dios; no es que esté en contra de su existencia, como los ateos clásicos, tampoco afirma su incapacidad para conocerlo, sencillamente es un problema que no le importa. El mundo, las personas, se muestran indiferentes ante la existencia de Dios. Les da igual. Que haya gente religiosa le parece muy bien, pero lo ven como una opción más. Se ha llegado a un concepto de liberta totalmente absoluta: lo que importa es su capacidad de decidir.

Me acordé al leer todo esto de la «Hora Feliz», de lo que cuenta San Agustín en las Confesiones (VI 8,13) de su amigo Alipio, cuando volvió a contemplar una pelea de gladiadores y fue arrastrado por la pasión, pensando que resistiría a la tentación. ¿Se ha olvidado toda esta espiritualidad de lucha y resistencia, cargando la suerte en un método?

5º.- Finalmente, los padres. ¿En qué posición quedamos? Porque un padre lo que quiere es alejar a sus hijos de esos ambientes. Ambientes de alcohol, droga y prostitución, ambientes que los agentes de la pastoral buenista se niegan a ver.

Estamos en un medio eclesial esquizofrénico. ¿Se conseguria algo? Lo dudo mucho. Esta inmersión de la fe en el Mundo, conllevará nada más que pérdidas para la Fe y ganancias para el Mundo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

No vemos nada, pero gozamos todo




El templo judío quedaba ubicado en un solo lugar. El mundo entero no podía estar en él, ni tan siquiera toda una nación, sino tan sólo algunos de la multitud. Pero el templo cristiano es invisible y espiritual, por eso puede estar en todas partes. Jesús dijo a la Samaritana: Vendrá el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Lo harán "en espíritu y en verdad" porque, si no es invisible, su presencia no puede ser real. Lo que es visible no es lo real; lo que es material se desintegrará.

El templo de Dios, en el ámbito cristiano, está en todas las partes donde hay cristianos; él está tan plenamente presente en cada lugar como si no estuviera en ninguan otra parte. Y nosotros podemos entrar y unirnos a los santos que lo habitan, a la familia celeste de Dios, de manera tan real cmo el judío entraba en los atrios visibles del Templo. Nosotros no vemos nada de nuestro templo espiritual, pero ello es condición necesaria para estar en todas partes. No estaría en todas partes si lo viéramos en un lugar concreto; no vemos nada, pero gozamos de todo.

Beato John Henry Newman.

Meditación miércoles 9 de Noviembre, 2.011. Revista Magnificat.

martes, 8 de noviembre de 2011

Vaticano II: una explicación pendiente




En el día de ayer el blog Secretum meum mihi informaba de que, en Austria, unos cuantos laicos desafiaban a la jerarquía católica, anunciando que predicarán, consagrarán y darán la comunión en parroquias sin sacerdotes, basándose en conclusiones del Concilio Vaticano II.

Estos desmanes que se amparan en el paraguas del Concilio, ¿se deben al mismo Concilio o más bien a un espíritu que arrebató la interpretación del mismo? ¿O quizás los propios textos encierren expresiones equívocas que permitan estas deducciones erróneas?

Vaticano II: una explicación pendiente, Brunero Gherardini, ed. Gaudete, es un conjunto de ideas – fuerzas que apuntan a lo que debería ser un trabajo posterior realizado por expertos, una «reflexión histórico – crítica sobre los textos conciliares que busque las conexiones – en el caso de que efectivamente existan – con la continuidad de la Tradición católica». Para Gherardini considera todo esto como «uno de los más urgentes deberes del magisterio eclesiástico, de cada obispo y de los centros culturales católicos, para el bien de la Iglesia. A este deber se une el derecho del entero pueblo de Dios a que le sea explicitado con claridad y objetividad qué ha sido el Vaticano II en el plano histórico, ético y dogmático. Está en juego la fe y el auténtico testimonio cristiano».

Gherardini espiga aquí y allá, tocando diversos asuntos del Concilio, desde la naturaleza del Concilio - al que califica de pastoral -, hasta la Constitución Dogmática Lumen Gentium – quizás la parte más demoledora y brillante del libro -, pasando por la reforma litúrgica, el ecumenismo y, especialmente por el tema de la «hermenéutica» del Concilio. Precisamente en este punto, Gherardini pone la herméutica de la ruptura en relación con el modernismo. Pero, los documentos y los padres conciliares, ¿estaban acaso infectados de modernismo?:
Después de cuanto he dicho a propósito del Vaticano II, a quien me preguntase si en última instancia la atrofia modernista anidaba también en los documentos conciliares y si los Padres mismos estuvieron más o menos infectados, debería responder tanto con un no como un sí.

No, porque el aliento sobrenatural no está de ninguna manera ausente del Vaticano II gracias a su confesión trinitaria, a su fe en la encarnación y redención universal del Verbo, al profundo convencimiento sobre la de la universal llamada a la santidad, a la reconocida y profesada causalidad salvadora de los sacramentos, a su alta consideración del culto litúrgico y de un modo especial del eucarístico, a la sacramentalidad salvífica de la Iglesia, a la devoción mariana teológicamente alimentada.

Pero también sí, porque no pocas páginas de los documentos conciliares tienen el aire de los escritos e ideas del modernismo – véase sobre todo GS – y porque algunos de los Padres conciliares – y no entre los menos significativos – no escondían una abierta simpatía por antiguos y nuevos modernistas, manifestaban frecuentemente comprensión y entusiasmo por las ideas de vanguardia y no vacilaban en suprimir hasta el recuerdo del ya lejano antimodernismo, del Sodalitium pianum y del mismo San Pío X» (pp. 69 – 70)
Reflexiona Gherardini sobre la posibilidad real de la hermenéutica de la continuidad. El problema es demostrar si el Concilio no se excedió de los límites marcados por la Tradición (p. 79). Si el Concilio no se salió del camino de la Tradición entonces no habría problema, sin embargo, afirma Gherardini, «del Vaticano II podrá decirse de todo excepto que haya sido la pura y simple repetición del precedente magisterio. En efecto, hubo novedades – y obviamente hay – tantas, que inducen la sospecha contraria» (p. 78).

(…) «Sin duda, la interpretación del Vaticano II será verdaderamente teológica solamente si logra evidenciar la relación de continuidad – y mejor si es de continuidad evolutiva – con toda la Tradición de la Iglesia, desde su fase apostólica a hoy y no por reducir el concilio a punto de encuentro de todas las teologías, las clásicas y las «del genitivo» (p.79).
Como he dicho el libro de Gherardini es vectorial: lanza ideas, abre caminos para lo que sería un estudio posterior. No es el espléndido y denso libro de Amerio, Iota Unum, sin embargo es un libro que plantea los interrogantes que sostengan una reflexión posterior.

Vaticano II: una explicación pendiente. Brunero Gherardini. Ed. Gaudete. Para comprar el libro: aquí.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Cómo vamos a celebrar el Usus Antiquior?

¡Si estamos aprendiendo a bailar!




Parece que los sacerdotes tienen ritmo, también. La iglesia Católica Nuestra Señora del Perpetuo Socorro será la anfitriona de la “Gala Bailando con los sacerdotes” en el [hotel] Hyatt Regency Valencia el Viernes.

Willy Arroyo e Ingrid Blanco de D'Wilfri DanceArt and Entertainment proporcionará la pareja de baile y las instrucciones para los sacerdotes.

Los sacerdotes que participan en el evento son, el párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Monseñor Richard Martini, el párroco asociado de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Padre Raymond Marquez y el Padre Norm Supancheck de la Escuela de Secundaria Alemany.

Cada sacerdote realizará tres bailes en el evento, un vals, un baile swing y un baile sorpresa, dijo la presidenta Margaret Shapiro.

“Uno de los objetivos principales de este evento es poner “la diversión” en la recaudación de fondos y acercar a nuestra comunidad con algo nuevo, actual y emocionante”, dijo Shapiro. “Los sacerdotes están trabajando muy duro en el estudio de baile y parecen estar disfrutando muchísimo de las lecciones”.

Videos de los sacerdotes ensayando [pueden ser vistos] en el sitio de internet de la parroquia, www.olph-church.org.

[...]


¡Señor ven pronto!

Fuente: Secretum meum mihi

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cuando el único diálogo religioso era la conversión….




De estas religiones [India y Sri Lanka] no sé escribiros nada más si no esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios, nuestro Señor, a los que van por entre los paganos para convertirlos a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida, es este, ciertamente. ¡Oh, si los que buscan conocer al Señor a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estudiante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuanto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo vuelva y le pida: «Dame cuentas de tu gestión».

Acabo pidiendo a Dios, nuestro Señor, que nos reúna en su santa gloria. Y para obtenernos este beneficio, tomemos por intercesoras y abogadas a todas las almas santas de las regiones en que me encuentro. A todas estas santas almas les pido que obtengan de Dios, nuestro Señor, todo el tiempo que nos queda de separación, la gracia de sentir en lo íntimo de nuestras almas su santísima voluntad y cumplirla perfectamente.

San Francisco Javier.
Magnificat.  Meditación 4 de Noviembre de 2.011.

¡Están locos estos demócratas!



Los acontecimientos que se vienen desarrollando estos días ,relacionados con el amago de referéndum con la que se ha desmarcado el presidente de Grecia, Georgious Papandreu, ha suscitado una serie de reacciones muy significativas entre los miembros de la legión demócrata, quiero decir, que ha puesto a más de uno de los nervios.

Una vez que los impulsores del pensamiento uno y único, nos han convencido que la Democracia, el gobierno del pueblo para deleite de los políticos, es una hierofanía divina, resulta que se rasgan las vestiduras porque uno de los suyos, aplicando las reglas del juego – sea el que sea -, ha decidido aplicarlas. ¡Sopla!

El períodico digital Hispanidad, nos ofrece estos días un florilegio muy divertido de los comentarios que ha suscitado dicha cuestión. Los personajes aparecen en el escenario de la política, como epígonos de Caifás, rasgándose las vestiduras por la indignación que le ha provocado el regate que les ha pegado Papandreu.

Son las locuras de la postmodernidad.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Lágrimas en la lluvia: «Católicos» y Sayés

El pasado domingo, en el programa conducido por Juan Manuel de Prada, se trató el tema del postconcilio. De Prada, para introducir el debate, como se hiciese en la antigua Clave, eligió precisamente una película ya emitida por la misma tiempo ha: Católicos.

El film, cuya puesta en escena es mala, plantea una serie de ideas muy interesantes, relacionadas con la problemática que afecta a la Iglesia Católica en la actualidad, pero sin ser capaz de rematar ninguna. Hay que decir que la película plantea una distopía sobre la que mezcla realidad con ficción.

El argumento es el siguiente: los monjes de una abadía irlandesa, que siguen la liturgia Usus Antiquior, deciden un día celebrar la Misa al aire libre. Inesperadamente, la repercusión mediática es tremenda, llegando peregrinos de todo el mundo que reclaman la Misa Tradicional. El superior de la orden, ante este terremoto decide enviar a un inspector con el fin de prohibir a los monjes la celebración de la Misa y su adaptación a lo mandado por el Concilio Vaticano IV.

La Iglesia, tras el Concilio Vaticano IV, ya no obliga a creer en la presencia real de Cristo en la Eucaristía más que como un símbolo y ha modificado el rito de la Misa - lenguas vernáculas, sacerdote coram populo -; por otra parte,  existe un órgano supremo de decisión llamado Consejo de Iglesias, los sacerdotes ya no visten ropa talar, se han introducidos elementos procedentes de otras religiones - en un momento de la película, el cura enviado para inspeccionar el convento aparece adoptando la postura de la flor de loto, mientras que los monjes rezan en el exterior, intentando molestar al sacerdote - y, finalmente, la Iglesia se ha convertido en un instrumento de lucha contra la injusticia en el mundo.

El abad, que lleva cuarenta años al frente del monasterio y padece una crisis de fe aguda, recibe al inspector y le invita a quedarse en el convento. Los monjes beligerantes ante la imposición de la nueva Misa, no están dispuestos a realizar ningún tipo de cambio. Los argumentos a favor de la antigua liturgia se suceden – quizás sea lo más brillante de la película -. Aún así, el abad, que no tiene fe, negocia con el inspector de la orden, acepta el mandato del superior y, a su vez, dimite de abad, buscando un destino más confortable, cosa que no conseguirá ya que Roma no paga traidores.

La forma que tiene de proceder el abad es muy interesante. Su actitud plantea el problema de la obediencia. Sin tener fe, usa todas las argucias que permite la regla para abortar cualquier conato de insurrección, apelando a la obediencia, de manera que deja a los monjes inermes ante las palabras del abad: un verdadero cínico.

El final de la película queda totalmente abierto : por un lado, se desconoce cómo se desarrollará en la abadía la imposición de la nueva Misa, por otro, tampoco queda claro en qué despuntará la crisis de fe del abad.
Como hemos dicho, la película es interesante en los temas que plantea, aunque ciertamente es mentirosa: primero, porque Roma no puede derogar un dogma, como el de la Transubstanciación; segundo porque la figura del abad no es creíble. Un hombre no se puede llevar cuarenta años al frente de una abadía sin fe. A pesar de estos engaños, el film es atractivo desde un punto de vista intelectual.

Y tras la película el debate. Los contertulios elegidos para la ocasión fueron el padre Verdoy, S.I., Miguel Ayuso, el padre David Amado y el padre Sayés. En este enlace se puede ver el debate.

En este debate, el teólog Sayés me dejó sumido en la mayor perplejidad. Si bien el reputado teólogo se mostraba con un claro dominio de lo que es la teología de la secularización, sus conocimientos de liturgia eran más o menos que ninguno. En su argumentación a favor de la nueva Misa – una vez que fue expuesta la ya archiconocida crítica al Novus Ordo del Cardenal Joseph Ratzinger – adujo el número de anáforas – como si tener cuatro fuera, en sí, algo bueno -,la antigüedad de la Plegaria Eucarística II – dijo que era del siglo II. ¿Habrá leído a Bouyer? En un progre se entendería, puesto en boca de Sayés no deja de causar perplejidad -, y la presencia de la doxología menor – que aparece en el Canon Romano -.

Sayés habló de la teología de la secularización, de la transignificación y de las malas influencias que ejercieron gente como Schillebeeckx, Robinson, Küng y Tillich. Esto es algo que no se puede negar. Otra cosa es que esa influencia tenga un alcance real o bien se quede en un nivel superior, de manera que no contamine a la base.

Sin embargo, mayor efecto tienen los cambios en la Liturgia como pueden ser la comunión en la mano, en cuanto que rebaja la reverencia a Quién está presente en la Eucaristía, Cristo el Señor, o la celebración del sacerdote coram populo – toda una novedad - que convierte al sacerdote en el centro de la celebración litúrgica, desplazando a Dios, la introducción de lenguas vernáculas o los acaecidos en el rito del Bautismo como la petición del idem, por parte de padres y padrinos, como si fuera una cosa, en vez de la fe. Todos estos cambios tiene una verdadera influencia en la mente de los fieles y en su forma de creer – lex orandi, lex credendi -, de ahí la importancia de la Liturgia.


Que un teólogo de la talla de Sayés no pueda/quiera ver esta realidad no deja de ser sorprendente, a la vez que preocupante. Sin embargo no es un problema únicamente de Sayés: es el problema de los católicos de hoy.

domingo, 30 de octubre de 2011

Cristo Rey



San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de San Juan, 51.


¿Qué grandeza fue para el rey de los siglos ser hecho rey de los hombres? En efecto, Cristo es el Rey de Israel no para exigir tributo o armar con espada a un ejército y derrotar visiblemente a los enemigos; sino que es el Rey de Israel para regir las mentes, para cuidarlas eternamente, para conducir al reino de los cielos a quienes creen, esperan y aman. Que, pues, el Hijo de Dios, igual al Padre, Palabra mediante la que todo se hizo, haya querido ser el Rey de Israel, es dignación, no promoción; es indicio de compasión, no aumento de potestad, ya que, quien en la tierra fue nominado el Rey de los judíos, en el cielo es el Señor de los ángeles.


San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de San Juan, 117.

Pero Cristo ¿es sólo el rey de los judíos o también de las gentes? Más bien, también de las gentes. En efecto, tras haber dicho en una profecía: «Por mi parte, yo fui constituido por él rey sobre Sión, su monte santo, para promulgar el precepto del Señor» al instante, para que, porque nombra el monte Sión nadie dijese que había sido constituido rey para solos los judíos, ha agregado: «El Señor me dijo: «Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado. Pídemelo y te daré como heredad tuya las gentes y como posesión tuya los términos de la tierra»» (Ps 2, 6-8)

San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de San Juan, 115.

«Respondió Jesús: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mis agentes lucharían, evidentemente, para no ser yo entregado a los judíos; pero en realidad mi reino no es de aquí»» (Io 18, 35-36). Esto es lo que el Maestro bueno quiso que supiéramos. Pero primero había de sernos mostrada como infundada la opinión de los hombres acerca de su reino – ora de los gentiles, ora de los judíos a quienes Pilato había oído esto -: por así decirlo, había que castigarlo con la muerte precisamente por haber pretendido un reino ilegítimo, o porque quieren reinan suelen mirar mal a quienes van a reinar y es evidente que había de evitarse que su reino fuese adverso a los romanos o a los judíos.

Pues bien, a la interrogación primera del gobernador, donde le dijo: «¿Tú eres el rey de los judíos?», el Señor podía responder lo que asevera: «Mi reino no es de este mundo», etc. Pero, al interrogarle a su vez si decía esto por su cuenta o lo había oído a toros, quiso mostrar, al responder aquél, que de esto le habían acusado ante él los judíos como hecho criminal; así nos descubre las ideas de los hombres, acerca de las que sabía que son vanas, y tras la respuesta de Pilato les responde ya tan oportuna y apropiadamente a judíos y gentiles: «Mi reino no es de este mundo».

Oficio Divino; Festividad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey. Oficio de maitines, tercer nocturno.

Obras Completas de San Agustín. Tratados sobre el Evangelio de San Juan (36 - 126). Obras completas de San Agustín. Tomo XIV. Ed. BAC.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Adiós al latín

El abandono del latín fue una gran pérdida, debida no tanto al Vaticano II, que había dispuesto exactamente lo contrario, como a su posibilismo, a su predisposición a abrirse a todo lo que fuese - o pareciese - una exigencia del hombre. Los hombres del postconcilio, Papas incluidos, se dedicaron a llevar a cabo este posibilismo. Yendo conscientemente más allá de la letra del concilio, Bugnini, como de constumbre, legitimó su posición declarando que "ningún elemento de la acción sagrada [se refería sobre todo al canon de la misa, tradicionalmente cubierto por la llamada disciplina del arcano] tiene sentido en una lengua que el pueblo no comprenda. Quien no comprendía las cais infinitas capacidades espirituales del hombre y especialmente las de la religiosida popular, era él. El pueblo puede no comprender ni el sonido ni el sentido de las palabras: sin embargo, situado ante la acción sagrada e implicado espiritualmente en ella - escribió en Studium Romano Guardini -, contempla y adora. Téngase en cuenta, además, la extendida utilización de misales bilingües, que ponía al pueblo en condiciones de seguir la acción sagrada no sólo según el espíritu, sino también según la letra. Resulta por tanto incompresible como Pablo VI llegó a dar su ambiguo sí a la supresión del latín. El primer paso es del 21 de abril de 1964: sí a la lengua vernácula, con excepción del prefacio y del canon. El segundo paso es del 27 de abril de 1965: sí a la lengua vernácula, si las conferencias episcopales lo deciden. El tercer paso es del 10 de agosto de 1967: sí también al canon en lengua vernácula, sin omitir el habitual ditirambo al latín ni las acostumbradas expresiones de lamento que hacen imposible la misma comprensión de la supresión. Pero haabía una razón para todo ello.

Y esa razón ha de reconocerse en esa "simpatía por el hombre" que convirtío la adopción de las lenguas vernáculas en un momento y un aspecto del encuentro entre el Dios que se hace hombre y el hombre que se hace Dios. Todo el concilio, declaró Pablo VI, estaba dominado por esa simpatía, y por eso en la alocución del 7 de diciembre de 1965 se sintió con derecho a cantar un himno al "nuevo humanismo" y de confesar al mundo: "También nosotros, y más que nadie, somos estudiosos del hombre" (8). Y sobre la no ya pura y simple simpatía, sino auténtica devoción wojtyliana por el hombre no diré ma´s que duró un cuarto de siglo y quine vivió en ese período lo percibió con claridad.

 

Vaticano II: Una explicación pendiente. Brunero Gherardini. Producciones Gaudete, pp. 142 -143.

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lunes, 24 de octubre de 2011

¿Adiós a Rahner?




Hoy hasta el viejo Rahner ha perdido pegada. Hay quien ha hablado de "abschied von Rahner", es decir, del "adiós de Rahner", en el sentido de que su autoridad ya no encandila a la nueva generación cmo lo hacía con la preceente. Pero que nadie se haga ilusiones: el mal ya ha alcanzado la metástasis, pues son rahneraianos en gran parte los obispos que tienen en sus manos la Iglsia, rahenrianas son no pocas de las cátedras de teología y, arraigadas en ellas, rahnerianas son las ideas corrientes todavía.
Vaticano II: Una explicación pendiente. Brunero Gherardini. Producciones Gaudete, pág. 93

sábado, 22 de octubre de 2011

¿Se ha modificado la moral sexual?




Evidentemente, el título que abre este artículo es irónico.

En declaraciones al diario El Pais de Urugay, Monseñor Carrasco de Paula, presidente de la Academia Pontifica para la Vida, fue sometido a una interviú donde se recogen las siguientes declaraciones:

 -En los últimos años se ha reinterpretado la Encíclica Humanae Vitae y se modificó su traducción del latín: tener hijos pasó de ser una "obligación" para un católico a ser una "misión". ¿Qué cambia eso para el cristiano de a pie?

-Cambia mucho. Un deber es una cosa que uno tiene que hacer y una misión, en cambio, es algo que siento que tengo que hacer, pero lo tengo que hacer también con la cabeza. El tema central de la Humanae Vitae es la maternidad y paternidad responsable. Para que haya responsabilidad es necesario que lo que se hace responda a un raciocinio que es libre y que uno asume. 

-¿En esa concepción es válido entonces para la Iglesia que un matrimonio posponga la decisión de ser padres? 

-Por supuesto, y además que es responsabilidad suya. No se lo puede imponer nadie. La cuestión de los hijos no es una obligación mecánica.

-¿Lo mismo piensa en el caso de que decidan no tener hijos?

-Puede ser también, no se excluye. Aquí podemos confundirnos con otro tipo de problemática del Derecho Canónico: una persona casada con la intención de excluir del modo más absoluto el tener hijos, no sería propiamente un matrimonio. Pero es muy diverso, de eso a decir que en estos momentos o por mucho tiempo o lo que sea no nos conviene asumir. Esto es una cosa que puede ocurrir, que no es lo más normal, pero está ocurriendo. 

-¿Hay algún caso en que la Iglesia acepte el uso del preservativo?

-Vamos a ver, claro que lo hay, lo que pasa es que es muy difícil decirlo. Hay cosas que no se pueden decir porque necesitarían tanta explicación...

-¿Pero no es mejor intentar explicarlo y que la gente lo sepa y pueda comprenderlo? 

-El problema del preservativo, es un contraceptivo, entonces la Iglesia cuando habla de la contracepción no se está refiriendo a la relaciones sexuales sin más, sino sola y exclusivamente a las relaciones sexuales entre marido y mujer, en el contexto del matrimonio. Lo que pasa fuera de eso no es contracepción. Prefiero no profundizar más en esto.

-¿Cuál es la posición de la Iglesia cuando una mujer es víctima de una violación y quiere evitar la concepción? 

-Esa mujer tiene todo el derecho del mundo a hacer lo posible para evitar que una vez violada le produzca un embarazo.

-¿En la práctica usted que le aconsejaría?

-Ahí viene la pregunta técnica: ¿hay algún modo de evitarlo? Es un tema delicado. Hay una ventana de cinco días máxima entre la violación y cuando se puede producir la concepción. Si no se ha producido en cinco días ya es seguro que no va a producirse, ya se puede despreocupar. Por lo tanto, hay posibilidades de intervención, por ejemplo con lavados o cuestiones de ese estilo.

-Pero esos no son métodos muy efectivos... 

-No lo son. Si dispusiéramos de un fármaco que impidiera la ovulación, sería perfectamente lícito utilizarlo.

-Eso es lo que para muchos es la píldora del día después.

-No, tiene un inconveniente: puede evitar la ovulación pero si la concepción se ha producido, provoca la eliminación.

-Entonces, ¿aún no hay un método que considere válido y sea efectivo? 

-Exactamente, pero el día que haya uno que tenga simplemente el efecto de impedir la ovulación, se podrá usar. 

(…)

-¿Cuál es el interés de la Iglesia en estudiar el síndrome post aborto, una práctica que desaprueba de forma tan contundente? 

-La Iglesia tiene conciencia de que su misión no es decir esto está mal y no se puede hacer. Su misión es también ayudar a la gente, incluso a la gente que hace una cosa mala, para que salga de ahí. Para la Iglesia lo más importante es la persona, en este caso la persona que ha abortado. A esa persona no se la puede dejar sola. 


Estas sorprendentes declaraciones me sugieren el siguiente cuestionario, que no trata de ser exhaustivo:

- ¿Ha engañado la Iglesia a sus fieles a lo largo de los siglos en la doctrina matrimonial? Porque la Iglesia sí ha expresado y explicitado, lo que está bien y lo que está mal. Porque la persona que aborta tiene que arrepentirse, ya que ha matado a un inocente, que es la víctima. 

- Viendo la fecundidad de los matrimonios del Opus Dei, especialmente la de aquellos miembros de edad provecta, teniendo en frente las declaraciones de Monseñor Carrasco de Paula, ¿podríamos decir que la Obra ha estado engañando a sus miembros durante muchos años?

 - A la luz de lo expuesto por este sucesor de los apóstoles, ¿cómo explicar Luc. 20, 35 – 36? Porque en ese pasaje el Señor identifica matrimonio con generación.

 - ¿Son los hijos, procreación y educación, según las palabras del Monseñor, el fin primario del matrimonio?

 - Igualmente, ¿qué hacemos con las palabras del Papa Pío XI en la Casti connubii: « Lo cual también bellamente deduce San Agustín de las palabras del apóstol San Pablo a Timoteo, cuando dice: Que se celebre el matrimonio con el fin de engendrar, lo testifica así el Apóstol: “Quiero —dice— que los jóvenes se casen”. Y como se le preguntara: “¿Con qué fin?, añade en seguida: Para que procreen hijos, para que sean madres de familia“»?

 - ¿Admite excepciones el pecado contra la naturaleza? ¿Cuándo se ha invalidado la doctrina tradicional de la castidad en el matrimonio?

 - Por otra parte, ¿qué hacemos con lo expresado por S.S. Pío XII, en su Discurso al Congreso de la Unión Católica Italiana de Obstréticas:


 Por lo tanto, abrazar el estado matrimonial, usar continuamente de la facultad que le es propia y sólo en él es lícita, y, por otra parte, substraerse siempre y deliberadamente sin un grave motivo a su deber primario, sería pecar contra el sentido mismo de la vida conyugal.

 De esta prestación positiva obligatoria pueden eximir, incluso por largo tiempo y hasta por la duración entera del matrimonio, serios motivos, como los que no raras veces existen en la llamada “indicación” médica, eugenésica, económica y social.

De aquí se sigue que la observancia de los tiempos infecundos puede ser “lícita” bajo el aspecto moral; y en las condiciones mencionadas es realmente tal.

 Pero si no hay, según un juicio razonable y equitativo, tales graves razones personales o derivantes de las circunstancias exteriores, la voluntad de evitar habitualmente la fecundidad de la unión, aunque se continúe satisfaciendo plenamente la sensualidad, no puede menos de derivar de una falsa apreciación de la vida y de motivos extraños a las rectas normas éticas.


¿Podríamos decir que ya no hay graves motivos para sustraerse del deber primario del matrimonio, sino que es una decisión del matrimonio.

Mi sensación es que estamos ante una nueva Iglesia, una Iglesia que rompe con la anterior. Esto explica el porqué del odio a la HSSPX: ellos son los que, apelando al magisterio anterior, muestran las vergüenzas doctrinales de estos monseñores.

Para terminar, unas palabras del Papa Pío XI sacadas de las Casti Connubii:





Por consiguiente, según pide Nuestra suprema autoridad y el cuidado de la salvación de todas las almas, encargamos a los confesores y a todos los que tienen cura de las mismas que no consientan en los fieles encomendados a su cuidado error alguno acerca de esta gravísima ley de Dios, y mucho más que se conserven —ellos mismos— inmunes de estas falsas opiniones y que no contemporicen en modo alguno con ellas.

Y si algún confesor o pastor de almas, lo que Dios no permite, indujera a los fieles, que le han sido confiados, a estos errores, o al menos les confirmara en los mismos con su aprobación o doloso silencio, tenga presente que ha de dar estrecha cuenta al Juez supremo por haber faltado a su deber, y aplíquese aquellas palabras de Cristo: “Ellos son ciegos que guían a otros ciegos, y si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en la hoya”.


¡Señor ven pronto!

Acotaciones a la nota episcopal

Impresiones surgidas a raíz de la nota episcopal ante las elecciones generales. Los números se corresponden con el escrito de la CEE.


1.- El primer desliz que cometen es que convierten la emisión del voto con un deber moral, cosa errónea. Un derecho no se pierde por no ejercerlo. El voto no es un deber. En un sistema democrático – u oligárquico, como el español – el no votar es una opción. Puede ser la manera de demostrar el descontento con el sistema, por su injusticia. Si el voto es un deber, una obligación, entonces hay que optar por un partido o por el voto en blanco. En España el voto en blanco favorece a la mayoría, luego en este caso, el que no esté de acuerdo con partido alguna, lo mejor que hace es no votar.

 2.- Los obispos, dejan libertad para que en conciencia, cada persona vote a la opción que crea más conveniente «para obtener, en conjunto, el mayor bien posible en este momento». Olvidan los obispos dos cosas fundamentales: la primera, que la conciencia hay que formarla y, segundo, que el Bien Común no es la resolución a un problema de maximización – o minimización -: esto es utilitarismo.

 Resulta sorprendente que los obispos apelen a los fundamentos «prepolíticos» y no a los metafísicos, que es lo que correspondería a un pensador católico. En el debate desarrollado en el año 2.004 entre Habermas y Ratzinger, sobre este tema, mientras que Ratzinger apelaba a la metafísica como fundamentación del orden ético, político y jurídico, Habermas hablaba, precisamente de estos fundamentos «prepolíticos». ¿Cuáles son las fuentes de nuestros obispos?

 5.- Este punto es el más neblinoso ya que arrastra toda la confusión de la modernidad. Primero, la vida no es un fin en sí mismo, sino un medio para un fin moral, de ahí que quitar la vida no arrebate al hombre del fin trascendente para el que ha nacido y el que, precisamente, constituye su dignidad. En el caso del aborto nos encontramos con que se está eliminando la vida de un inocente. Apelar al derecho a la vida nos llevaría a colisionar, en el caso grave de elegir por causa de peligro de muerte, entre la madre y el hijo: los dos tendrían derecho a vivir. ¿Cuál es el que prevalece? Éste es el engaño que fundamenta la reforma abortista de la Constitución española. Sin embargo la clave aquí es que se elimina a un inocente y el derecho, cuyo objeto es la justicia, no puede amparar el asesinato de un inocente ya que entonces se vuelve injusto.

El derecho a la vida no es absoluto en cuanto existe la pena de muerte como defensa de la sociedad a eliminar al delincuente y que, esta defensa supone todos los medios necesarios para llevarla a cabo.

También resulta llamativo la falta de síntesis; así, en vez de usar el concepto «divorcio», usan la siguiente perífrases: «en un matrimonio estable, que no quede a disposición de la voluntad de las partes ni, menos aún, de una sola de las partes». Finalmente, hay una falta de contundencia a la hora de proclamar que el único matrimonio válido es el de un hombre con una mujer, para siempre.

8. Esto es una muestra de la confusión conceptual existente en las mentes que habitan Añastro. Un nacionalismo en cuanto tal, es separatista. Un nacionalismo no quiere una nueva «configuración de la unidad del estado español», quiere ser una nación libre e independiente porque así lo consideran sus habitantes. Una vez más, abandonamos la realidad para caer en un idealismo.
Conclusión: para este viaje no se necesitan alforjas.