martes, 30 de octubre de 2012

Unión de Encarnación y unión de Alianza

Él (Dios) es el sujeto último de toda la tradición auténtica. Lo es en la medida en que está comprometida en la misión y en que el enviado es fiel. Esta medida es variable. Dios no se carga del mismo modo con la responsabilidad de todo ni tampoco en el mismo grado. Carga con la responsabilidad de las Escrituras canónicas: Él es su autor, en esto consiste la inspiración de las mismas. Carga con la responsabilidad de todo lo que han hecho los Apóstoles para fundar las Iglesias. Él carga de manera absoluta con la responsabilidad de todo cuanto hizo y dijo Cristo. Cuando se llega a la Iglesia, e incluso a aquellos que es en ella la sucesión de los Apóstoles, el vínculo de Dios con su acción no es ya más que un vínculo general de alianza. Esto es suficiente para asegurar la «imprevaricabilidad» de la Iglesia (Mt., 16,18), su indefectibilidad en lo que atañe precisamente a la substancia de la alianza, y por consiguiente a los actos decisivos relativos a la conservación e interpretación del depósito. Esto no garantiza – pero tampoco debilita ni descalifica -, las excrecencias con respecto al depósito, ni la totalidad de los actos de la Iglesia concernientes a este mismo depósito. Ciertas representaciones de la idea de «encarnación continuada», según las cuales por ser la Iglesia el cuerpo de Cristo, su boca sería la misma boca de Cristo y todo lo que ella dice procedería de Cristo, no tienen suficientemente en cuenta la diferencia que existe entra unión de Encarnación y unión de alianza. La primera hace que todos los actos del Hombre – Dios tengan a Dios por sujeto de atribución, y por consiguiente tengan una garantía absoluta. La segunda es la de un «cuerpo místico», que es también Esposa y conserva su subjetividad particular frente a Cristo, su Señor; ella deja al sujeto humano su libertad y su responsabilidad propias, en el marco de las flaquezas y de las gracias, de los esfuerzos de su fidelidad, no garantizando sino sus decisiones finales respecto de la realidad misma de la alianza.

Por esta razón estimamos necesario restaurar, junto a la noción de infalibilidad, que se ha empleado demasiado exclusivamente y demasiado abundantemente, sobre todo a partir del siglo XIX, la noción de indefectibilidad. Cierto número de actos de la Iglesia, o del Papa que la personifica, son infalibles. No se puede decir, pura y simplemente, del papa o de la Iglesia que son infalibles. No lo son. Ciertos actos realizados por ellos tienen la garantía de serlo, y así puede decirse, con el concilio Vaticano, que el papa es infalible, cuando… estos actos intervienen de ordinario al término de una investigación o de una lucha llena de incertidumbre y de dudas, y de las que la historia nos ofrece más de un ejemplo. 


Ives M.J. Congar, O.P., La Tradición y las tradiciones, Ediciones Dinor, pp. 142 - 144

martes, 23 de octubre de 2012

El Año de la Fe


Comenzó el Año de la Fe. Nos mandan a evangelizar. A cincuenta años del Concilio Vaticano II, la Iglesia se desangra.

La primavera prometida, esperada, no llegó.

Año de la Fe. Y año de la penitencia. Quizás los católicos nos tendríamos que vestir de saco y llenarnos la cabeza de ceniza, por nuestros pecados, impetrando Su perdón.

Que el Señor tenga misericordia de nosotros.

viernes, 12 de octubre de 2012

A cincuenta años del Concilio

Los Padres Conciliares no querían, pero...

¿El espíritu del Concilio?

La realidad es más bien cruel. A cincuenta años, tenemos lo que se muestra en el vídeo siguiente.

Entrada de la Biblia en la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, durante la Novena Solemne, para la preparación de su fiesta (12 de Octubre).


¡Señor ven pronto!

Cortesía de: Rorate Caeli

miércoles, 3 de octubre de 2012

El nuevo libro de Monseñor Munilla, ¿hay necesidad?




Antaño, cuándo había fe, los obispos, preocupados por la salvación de las almas de sus fieles, escribían libros de espiritualidad. San Francisco de Sales y San Antonio María Claret, son buenos ejemplos.

Hogaño, los obispos se dedican a otra cosa.

La BAC anuncia la publicación de un libro – entrevista de Monseñor Munilla. El volumen se intitula «Creo, pero aumenta mi fe (Diálogos sobre el Credo con Mons. Munilla). Será otro de esos libros que se apilarán en las estanterías de las librerías y, cuando pase algún tiempo, será retirado con no sé cuál destino.

Yo me pregunto que si, con un mercado editorial tan saturado, si la publicación de este volumen es necesario. Sobre todo, con la cantidad de obras maestras que esperan su edición u reedición, como puede ser la Suma Teológica de Santo Tomás, con los comentarios de los venerables maestros dominicos, cuya publicación por parte de la BAC va a paso de tortuga.

Del «Camino recto y seguro para llegar al cielo», al libro de Munilla.

Son los tiempos.

martes, 2 de octubre de 2012

Nos toman el pelo




Podemos decir, con Schumpeter, que al igual que un almacén no puede ser definido por sus marcas, tampoco un partido político puede hacerlo por sus principios. El único fin de sus miembros es la lucha por el poder. El político opera con los votos igual que el comerciante con el aceite. En definitiva, la democracia es el gobierno del político.

El grado de decisión del electorado en la democracia representativa liberal es irrisorio. Hoy, además, se añade la grosería y la desvergüenza en el mentir, como demuestra la lectura de las cifras del paro que hoy nos han ofrecidos los Servicios Públicos de Empleo.

Hay que decir, previamente, que el gobierno del PP, no ha quitado la trampa que el gobierno anterior del PSOE había introducido en la medición para quitar, literalmente, sacar parados del total. De esta manera, el gobierno hoy nos ha dicho que el número total de parados en España es de 4.705.279 personas, cosa que es mentira ya que habría que añadir las 592.262 personas que se encuentran bien como DENOS, demandantes de empleo no ocupados, bien como Trabajadores Eventuales Agrarios o bien como Desempleados con disponibilidad limitada. Si sumamos ambas cifras, podremos comprobar cómo el número total de parados monta ya los 5.299.541 desempleados, cifra realmente horripilante.

Sin embargo, según el Ministerio de la cosa, el incremento del número de parados en el mes de Septiembre del corriente, 79.645 personas, es sensiblemente mejor que el del año pasado, donde el incremento fue de 95.817 personas. Es decir, que la mejoría está en que el paro sigue incrementando, pero menos. ¿Habráse visto tamaña desvergüenza?

Definitivamente, los políticos se ríen de nosotros. Han encontrado un filón y lo van a seguir explotando.

La incapacidad del gobierno, no tiene límites. Su desvergüenza, tampoco.