sábado, 31 de diciembre de 2011

Importante pérdida litúrgica: la festividad de la Circuncisión del Señor



Aunque tenía pensado hacer un recordatorio luctuoso por la pérdida de la fiesta de la Circuncisión del Señor, la carta de Monseñor Asenjo, Arzobispo de Sevilla por el año nuevo, me ofrece la ocasión para que este artículo no se quede en un mero recordatorio.

El Ordinario de la Archidiócesis de Sevilla afirma en su carta que:

La liturgia renovada después del Concilio Vaticano II ha colocado esta solemnidad, que sustituye a la antigua fiesta de la Circuncisión del Señor, en el corazón de la Navidad, reconociendo así el papel insustituible de María en el misterio que en estos días celebramos.

Aunque sea duro decirlo, lo que aquí afirma el Arzobispo esto no es más que liturgia – ficción. La fiesta de la Circunsición del Señor es una muestra de lo que es el desarrollo orgánico de la Liturgia, desarrollo que se terminó abruptamente en el año 1.969 año de culminación de la reforma orquestada por Bugnini, con el beneplácito y aquiescencia de S.S. Paulo VI.

Hace ya un año que publiqué un artículo, basado en una publicación del blog, lamentablemente perdido, Athanasius contra mundum. En síntesis, la festividad se compone de varias celebraciones litúrgicas: Circuncisión del Señor, Octava de Navidad y una tercera, dedicada a la Santísima Virgen. Posiblemente, en este día, se celebrase una segunda Misa en Santa María de la Antigua, en el foro. De esa fiesta nos han quedado antífonas tan bellas como esta:

Reconocemos, ¡oh María!, que siempre se ha conservado intacta tu gloriosa virginidad, como la zarza que vio Moisés sin consumirse. Madre de Dios, intercede por nosotros.

Como se puede comprobar, la Virgen María siempre estuvo presente en dicha festividad. Y no sólo por las antífonas, sino también por la hermosa oración colecta:

Oh Dios, que por la fecunda virginidad de la bienaventurada Virgen María, procuraste al género humano la gracia de la salvación eternal: haznos sentir la eficacia de su intervención, por la cual nos fue dado recibir al Autor de la vida, a nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina….

Es decir, la reforma litúrgica no recuperó nada.



En otro orden de cosas, nos tendríamos que preguntar por la importancia de la fiesta perdida. Dicha festividad es muy importante, tanto en el plano doctrinal como en el práctico:

1º.- Prueba la naturaleza humana del Señor. Es Cristo el que se circuncida, no un fantasma. La Sangre que fluye es verdaderamente Su Sangre.

2º.- Se unen el Antiguo con el Nuevo Sacrificio. Cristo cumple con la Ley Antigua: «Veis cómo toda la Ley Antigua fue imagen del futuro: porque la circuncisión significa la expiación de los pecados. El que es circuncidado espiritualmente, por la poda de sus vicios, es juzgado digno de las miradas del Señor», dice San Ambrosio en el Oficio de Maitines. La Iglesia, señalando a Cristo como judío, enseña que la Antigua Ley llega a su plenitud. La consecuencia es tremenda en cuanto el mandamiento judío deja de estar vigente.

3º.- En el orden práctico enseña la Iglesia que el Bautismo no se puede diferir. La Liturgia es, como siempre, la mejor catequesis.

Los estragos provocados por el arqueologismo litúrgico han sido mayúsculos.

El problema es la nula conciencia que tienen los obispos de este desastre. Un ejemplo es el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, que habla de la «liturgia renovada» por la que se reconoce «el papel insustituible de María en el misterio que en estos días celebramos», cosa que, como ha quedado demostrado, no ocurría en la Liturgia celebrada hasta el año 1.969 de manera ordinaria. Es más, el Misterio de la Virgen estaba unido al del Hijo, notable síntesis de desarrollo orgánico, como ya he dicho. De la festividad tal como ha quedado en el Novus Ordo no podemos decir lo mismo: se ha creado una fiesta de laboratorio con material antiguo.

El Papa Benedicto ha marcado un punto de no retorno respecto a la Liturgia, con la promulgación del Motu Proprio Summorum Pontificum. Recemos para que este año, la celebración de la Misa Tradicional siga extendiéndose por la Iglesia.

Oremus!

Feliz año 2.012.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Josef Pieper: Una teoría de la fiesta



En comparación con la falsificación de una fiesta ya institucionalizada, mediante el sofoco producido por aditamentos seudofestivos, la creación de nueva planta, en virtud de una decisión parlamentaria, digamos, la feria ex senatusconsulto, la fiesta fundad por el mismo hombre, la fiesta, por tanto, artificial, es un hecho relativamente diáfano, aunque se trate en el fondo de una seudofiesta de cuya falsedad difícilmente se percata el afectado por ella. Ciertamente, todas las fiestas, en algún modo, están «hechas» por el hombre, que no sólo las celebra, son también las organiza. Todo lo empíricamente captable de una fiesta, incluso de las grandes y tradicionales, desde su fijación en un determinado día del calendario hasta la estructura concreta del sacrificio, de las ceremonias, de las procesiones, etc., todo eso es, indudablemente, «instalación humana». No obstante se mantiene en pie el principio de que la fiesta es un día «que hizo el Señor» (Ps., 117,24). Se mantiene en pie porque el hombre bien puede hacer la celebración, pero no lo que se celebra, el motivo y el fundamento por el que se celebra, el motivo y el fundamento pro el que se celebra. La felicidad de haber sido creado, la bondad esencial de las cosas, la participación en la vida divina, la victoria sobre la muerte, todos esos motivos de las grandes fiestas tradicionales son puro don. Dado que nadie puede regalarse a sí mismo una cosa, tampoco puede haber verdadera fiesta fundada única y exclusivamente por el hombre.

En cualquier punto de la Historia en que se encuentren fiestas artificiales puede adivinarse una evidencia humana muy peculiar; concretamente, la pretensión del hombre, sobre todo como comunidad política, de procurarse la propia salvación, así como también la del mundo. La apariencia de tal plenitud de poder puede provocarse siempre, suponiendo que la propaganda política se ocupe suficientemente de ello. Incluso puede mantenerla durante cierto tiempo. Precisamente ése es el terreno sobre el que la fiesta artificial puede prosperar e incluso desplegar una fascinación más o menos convincente, sobre todo cuando la fuerza armada de las seudoartes, de la diversión, de lo sensacional y de la ilusión manipulada contribuyen a ello y además, quizá, el gobernante ordena y controla la «espontánea alegría de la fiesta».

Una teoría de la fiesta, Josef Pieper, ed. Rialp, pp. 78-89

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Santos Inocentes, mártires.

Salvéte flores Mártyrum,


Quos lucis ipso in límine


Christi insecútor sústulit


Ceu turbo nascéntes rosas.




Vos prima Christi víctima


Grex immolatórum tener


Aram sub ipsam símplices


Palma et corónis lúditis.




Jesu, tibi sit glória,


Qui natus es de Vírgine.


Cum Patre et almo Spíritu


In sempitérna saécula.


Amen.


Salve, flores de los Mártires,

que en el mismo umbral de la vida

fuisteis arrebatados por el perseguidor de Cristo,

cual rosas nacientes por el huracán.


Vosotros sois las primeras víctimas de Cristo,

los tiernos corderos inmolados

por Él, y jugáis, inocentes,

ante Su altar con la palma y la corona.


Gloria a ti, Jesús,

que naciste de una Virgen;

y al Padre, y al Espíritu Santo,

por los siglos eternos.

Amén.

Himno de Vísperas. Oficio Divino.  Misal diario y vesperal. Dom Gaspar Lefebvre (Decimoquinta ed.)

martes, 27 de diciembre de 2011

La carta valiente del Cardenal Ranjith



Fuente: The New Liturgical Movement.

Carta del Cardenal Ranjith dirigida a los participantes de la vigésima asamblea de la Federación Internacional Una Voce:
Quiero expresar en primer lugar, mi agradecimiento a todos ustedes por el celo y el entusiasmo con el que promueven la causa de la restauración de las verdaderas tradiciones litúrgicas de la Iglesia.

Como ustedes saben, es la adoración la que aumenta la fe y su realización heroica en la vida. Es el medio con el que los seres humanos se elevan al nivel de lo trascendente y eterno: el lugar de un encuentro profundo entre Dios y el hombre.

Por esta razón, la Liturgia nunca puede ser creada por el hombre. Porque si adoramos a la manera que queremos y establecemos las normas nosotros mismos, entonces corremos el riesgo de recrear el becerro de oro de Aarón. Tenemos que insistir constantemente en la adoración como la participación en lo que Dios mismo hace, de lo contrario corremos el riesgo de involucrarnos en la idolatría. El simbolismo Litúrgico nos ayuda a elevarnos por encima de lo que es humano a lo que es divino. En este sentido, es mi firme convicción de que el Vetus Ordo representa en gran medida y de la manera más satisfactoria, que llaman mística y trascendente, para el encuentro con Dios en la liturgia. Por lo tanto ha llegado el momento para nosotros de, no sólo renovar la nueva liturgia a través de cambios radicales, sino también de alentar más y más la vuelta del Vetus Ordo, como un camino para una verdadera renovación de la Iglesia, que fue la que los Padres de la Iglesia,sentados en el Concilio Vaticano Segundo, tanto desearon.

La lectura cuidadosa de la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilum, muestra que los cambios introducidos en la Liturgia más tarde, nunca estuvo en la mente de los Padres del Concilio.

Por lo tanto ha llegado el momento para que seamos valientes en trabajar por una verdadera reforma de la reforma y también en un retorno a la verdadera liturgia de la Iglesia, que había desarrollado a lo largo de su historia bi-milenaria en un flujo continuo. Deseo y rezo para que suceda.
Que Dios bendiga sus esfuerzos con el éxito.

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Felices Pascuas!



Les deseo unas muy felices Pascuas a todos mis lectores y amigos.

Que el Niño Dios les bendiga a ustedes y sus familias.

jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Qué hacemos con este Magisterio?



Todos los que empañan el brillo de la fidelidad y castidad conyugal, como maestros que son del error, echan por tierra también fácilmente la fiel y honesta sumisión de la mujer al marido; y muchos de ellos se atreven todavía a decir, con mayor audacia, que es una indignidad la servidumbre de un cónyuge para con el otro; que, al ser iguales los derechos de ambos cónyuges, defienden presuntuosísimamente que por violarse estos derechos, a causa de la sujeción de un cónyuge al otro, se ha conseguido o se debe llegar a conseguir una cierta emancipación de la mujer. Distinguen tres clases de emancipación, según tenga por objeto el gobierno de la sociedad doméstica, la administración del patrimonio familiar o la vida de la prole que hay que evitar o extinguir, llamándolas con el nombre de emancipación social, económica y fisiológica: fisiológica, porque quieren que las mujeres, a su arbitrio, estén libres o que se las libre de las cargas conyugales o maternales propias de una esposa (emancipación ésta que ya dijimos suficientemente no ser tal, sino un crimen horrendo); económica, porque pretenden que la mujer pueda, aun sin saberlo el marido o no queriéndolo, encargarse de sus asuntos, dirigirlos y administrarlos haciendo caso omiso del marido, de los hijos y de toda la familia; social, finalmente, en cuanto apartan a la mujer de los cuidados que en el hogar requieren su familia o sus hijos, para que pueda entregarse a sus aficiones, sin preocuparse de aquéllos y dedicarse a ocupaciones y negocios, aun a los públicos.

Pero ni siquiera ésta es la verdadera emancipación de la mujer, ni tal es tampoco la libertad dignísima y tan conforme con la razón que comete al cristiano y noble oficio de mujer y esposa; antes bien, es corrupción del carácter propio de la mujer y de su dignidad de madre; es trastorno de toda la sociedad familiar, con lo cual al marido se le priva de la esposa, a los hijos de la madre y a todo el hogar doméstico del custodio que lo vigila siempre. Más todavía: tal libertad falsa e igualdad antinatural con el marido tórnase en daño de la mujer misma, pues si ésta desciende de la sede verdaderamente regia a que el Evangelio la ha levantado dentro de los muros del hogar, muy pronto caerá —si no en la apariencia, sí en la realidad—en la antigua esclavitud, y volverá a ser, como en el paganismo, mero instrumento de placer o capricho del hombre.

Finalmente, la igualdad de derechos, que tanto se pregona y exagera, debe, sin duda alguna, admitirse en todo cuanto atañe a la persona y dignidad humanas y en las cosas que se derivan del pacto nupcial y van anejas al matrimonio; porque en este campo ambos cónyuges gozan de los mismos derechos y están sujetos a las mismas obligaciones; en lo demás ha de reinar cierta desigualdad y moderación, como exigen el bienestar de la familia y la debida unidad y firmeza del orden y de la sociedad doméstica.

Y si en alguna parte, por razón de los cambios experimentados en los usos y costumbres de la humana sociedad, deben mudarse algún tanto las condiciones sociales y económicas de la mujer casada, toca a la autoridad pública el acomodar los derechos civiles de la mujer a las necesidades y exigencias de estos tiempos, teniendo siempre en cuenta lo que reclaman la natural y diversa índole del sexo femenino, la pureza de las costumbres y el bien común de la familia; y esto contando siempre con que quede a salvo el orden esencial de la sociedad doméstica, tal como fue instituido por una sabiduría y autoridad más excelsa que la humana, esto es, por la divina, y que por lo tanto no puede ser cambiado ni por públicas leyes ni por criterios particulares.

Encíclica Casti Connubi, Pío XI, 27.



Sí, ¿qué hacemos con este Magisterio? ¿Quién habla hoy de esto?

lunes, 19 de diciembre de 2011

Dios guardó del lobo a nuestra Cordera


Desagravio en Gerena

El sábado, acto penitencial, ayer, Misa de desagravio. Ahora sólo hace falta que se tomen medidas contra los responsables.

Ver la noticia en la web del arzobispado de Sevilla.

p.s.

No se ha corregido el comunicado del arzobispado, que resulta insuficiente. El primer ofendido es Dios.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Los liberales tiene razón

Sí efectivamente. Es a la conclusión que he llegado tras leer esta noticia:

UNA DE LAS CAUSAS DEL PARO

El mayor absurdo 

de la economía española: 

el coste laboral crece

 durante la crisis

Mientras las empresas de la UE ajustan su situación en los momentos de dificultades, las españolas sólo pueden cerrar o despedir trabajadores.


Es que no hay derecho. Con la crisis que estamos atravesando, los trabajadores no están dispuestos a trabajar gratis. Es que son unos... me callo, me callo.

Yo le pediría al Gobierno del Extremo Centro, PP para los colegas y simpatizantes, vamos, a los progres de tránsito lento que si quieren salir de la crisis que hagan una nueva modalidad de contrato de trabajo: el de esclavo.

Es lo mejor para arreglar la economía. Y por supuesto las fiestas, todas a los lunes - toc, toc, ¿hay alguien en Añastro? -.

Lo que hay que leer.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Silencio en Mallorca

Un amigo «internáutico» me manda, a través del «libro de caras», el anuncio de otra obra blasfema en Mallora: un Belén viviente donde todos los personajes van desnudos.

La noticia, con su foto correspondiente, la pueden ver aquí.

El ¿artista? – cualquiera lleva ya ese nombre – en cuestión, Albert Pinya, es el autor de lo que podríamos decir, en plan castizo, esa buen mierda. Porque lo que ha hecho ese señor no es más que una mierda cuyo único fin es ofender. A Dios y a su Madre. No hay más, porque estos señores no tienen más en la cabeza, o no les cabe otra cosa, que un pene y una vagina.

Ahora bien ¿y el sucesor de los Apóstoles, esto es, el Obispo? Desde el Obispado, silencio, mutismo. Después nos echarán en cara a los fieles laicos la inacción, el testimonio, etc. Pero, ¿y ellos? ¿No se sienten afectados? ¿Y su conciencia? ¿No tiemblan? ¿No tienen miedo de no defender los derechos de Dios y de su Madre?

Pues eso.

Que los Obispos están encantados de haberse conocido.

¡Señor, ven pronto!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Qué ha pasado en la capilla del cortijo del Esparragal?



La empresa alemana, dedicada a la fabricación de chocolate, Lambertz ha publicado un álbum de fotos donde aparecen varias pelanduscas posando desnudas, entre ellas la tal Paz Vega. El posado, que se puede ver aquí, se hizo en la capilla del cortijo del Esparragal, sita en la localidad sevillana de Gerena. La imagen que aparece al fondo es la Virgen de la Encarnación, patrona de dicha localidad.

Lo único seguro es que la hermandad que custodia la capilla dio el plácet a que se hiciesen las fotos allí. ¿Conocía el contenido de las fotos? Según informa El Diario de Sevilla, sí; el periódico habla de que algunos miembros de la Junta de Gobierno, estuvieron presentes en la sesión - aunque se les invitó a salir a la hora de sacar las fotos -. Según el diario ABC, la hermandad «podría sentirse «engañada» en cuanto que desconocían el tipo de fotografías que la productora en cuestión venía desarrollando». La información, como se puede comprobar, es contradictoria. Aunque también puede ser que la hermandad esté cantando la palinodia ante el escándalo formado.

Desde el Arzobispado de Sevilla se ha pedido silencio, aunque según ha afirmado el párroco, José Salguero, «la hermandad dará unas explicaciones en la televisión del pueblo».

Como se puede ver todo es muy chocante y extraño. ¿Estuvieron o no estuvieron en la capilla los miembros de la Junta antes de comenzar la sesión fotográfica? Si se ha decretado silencio, ¿por qué la hermandad va a dar explicaciones en la tele del pueblo?

Lo que es cierto y verdad es que, si la hermandad ha sido engañada, la junta de gobierno está perdiendo el tiempo por no poner ya la correspondiente querella; si, por otro lado, la junta de gobierno ha sido colaboradora, el que está perdiendo el tiempo es el Ordinario, por no ponerlos a todos de patitas en la calle.

Como se está perdiendo el tiempo en organizar un acto de desagravio por el acto sacrílego y las fotos irreverentes.

Por Dios y por su Santa Madre.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Tota pulchra es, Maria, et macula originalis non est in te





¿Vemos, (…), cómo hay que responder a la pregunta: Se puede amar demasiado a la Santísima Virgen? Hay que responder con el Catecismo de la Santísima Virgen, muy bien escrito: «No; si María es un camino hacia Dios, cuanto más la amemos, más amaremos a Dios, y el verdadero amor a la Santísima Virgen, que es amor, no de adoración, sino de veneración, debe ir siempre en aumento».

La Madre del Salvador y nuestra vida interior. Reginald Garrigou – Lagrange, O.P. Ediciones Desclée De Brouwer, p. 321.

Immaculata Conceptio est hodie sanctae Mariae Virginis.

Quae serpentis caput virgineo pede contrivit.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El artículo de Monseñor Ocáriz y las dudas de San Juan Bautista



Monseñor Ocáriz ha sido uno de los interlocutores por parte de la Santa Sede, que ha tomado parte en las conversaciones mantenidas entre ésta y la HSSPX. Hace pocos días publicó un artículo sobre los grados de adhesión al Magisterio que en sí mismo aporta poco y que desde el punto de vista dialéctico diría que fracasa.

¿Por qué fracasa? Principalmente por dos razones: la primera, porque si lo que está en discusión es la continuidad de ciertas enseñanzas procedentes del Vaticano II, hablar de los distintos grados de adhesión desde éste último, no parece una idea muy feliz. En este sentido la justificación del Concilio deviene en un razonamiento circular, justificándose a sí mismo.

La segunda porque, frente a las dudas presentadas a Roma sobre la continuidad con el magisterio anterior de las enseñanzas del Vaticano II, pedir obediencia está bien, pero eso no elimina el problema. Las preguntas y respuestas están en dos niveles distintos. Es más, las preguntas, con dicho artículo – si es que realmente ese era el objeto del mismo – quedan sin respuesta.

A raíz de este artículo me he acordado de dos cuestiones: la primera, de las tesis del obispo de Ratisbona, Gerar Ludwig Muller, sobre la virginidad de María en el parto. No estaría mal que Monseñor Ocáriz le mandara al epíscopo copia certificada del artículo. La segunda cuestión es un tema que sale una y otra vez en las predicaciones, las dudas de fe. Dudas que se verían incluso en el Bautista. Queramos o no queramos nuestro mundo nos afecta. Tanto que incluso despista a cierto páter que celebra según la Forma Extraordinaria.

La semana pasada, segundo domingo de Adviento, la lectura de la Misa y del Breviario es la del Evangelio de San Mateo (Mat . 11, 2 – 10), en la que el profeta, San Juan Bautista, encarcelado, manda dos discípulos al Señor para que le preguntaran si realmente Él era el Mesías que había de venir o tenían que esperar a otro. Este Evangelio, como digo, se presenta como una duda de fe del Precursor. Pero, ¿es así? Bien, en la tercera lectura del oficio de Maitines del segundo domingo de Adviento, la lectura que se hace es la sexta homilía del libro de San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios. En ese mismo texto, San Gregorio, interpreta lo que a los ojos de los modernos exégetas no es más que una duda de fe. Dice San Gregorio:



Hermanos carísimos, debemos preguntarnos: Juan, profeta y más que profeta, que dio a conocer al Señor, cuando venía a ser bautizado en el Jordán, diciendo (Io. 1,29): He aquí el Cordero de Dios, ved aquí el que quita los pecados del mundo; que, considerando su pequeñez y el poder de la divinidad de Aquél, dice (Io. 3,30): Quien trae su origen de la tierra, a la tierra pertenece y de la tierra habla; el que ha venido del cielo es superior a todos, ¿por qué, estando e la cárcel, enviando a sus discípulos, pregunta: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?, como si no conociera al que antes había mostrado con el dedo y como si no supiera que es el mismo a quien había pregonado cuando predicaba, cuando bautizaba y cuando le señalaba con el dedo?

Mas esta cuestión se resuelve en seguida si se atiende al tiempo y orden de los sucesos; porque, cuando estaba en las orillas del Jordán, fue cuando aseguró que ese mismo era el Redentor del mundo; pero, cuando estaba encarcelado, es cuando inquiere si es el mismo el que ha de venir; y no porque dude que El mismo es el Redentor del mundo, sino que pregunta para saber si El, que había venido en persona al mundo, también descendería personalmente a lo profundo del infierno (del seno de Abrahán); por si, como, precediéndole en el nacimiento, le había anunciado al mundo, le precedía también muriendo y descendiendo al infierno.

Por esto pregunta: ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro?; como si claramente dijera: Así como te has dignado nacer para los hombres, da a conocer si también te dignas morir por los hombres y descender a los infiernos, de suerte que yo, que he sido el precursor de tu nacimiento, sea también precursor de tu descenso y anuncie que tú has de venir al infierno, como anuncié que habías venido al mundo.

He ahí por qué el Señor, requerido, después de enumerar los milagros de su poder, respondió en seguida, aludiendo a la humillación de su muerte: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el Evangelio a los pobres; y dichoso aquel que no tomare de mí ocasión de escándalo.

Obras de San Gregorio Magno, ed. BAC; pp. 555 - 556.

Tres categorías confluyen en la persona de San Gregorio: ser Papa, ser Padre de la Iglesia y, finalmente, ser Doctor de la Iglesia. ¿Bien? Que yo sepa, tan Magisterio es el Juan Pablo II como el de San Gregorio Magno, con la peculiaridad señalada en este último, que no es moco de pavo. Entonces, la pregunta es, ¿a estas cuestiones no alcanza la adhesión al Magisterio? ¿O es que el antiguo sí se puede orillar?

Pues eso.