Las declaraciones de la ministra orwelliana Bibiana Aído y las de Gregorio Peces – Barba – aquél que se apuntó al PSOE tres años antes de la muerte de Franco, ¡otra víctima del franquismo!, ¡anda que no! - , denotan la perversión moral en la que se mueve la izquierda española.
Las afirmaciones realizadas por el expresidente del Congreso y por la ministra de des-Igualdad son intercambiables en sus términos, aunque con distinta suerte: si la ministra deja muestra de su torpeza e ignorancia, Peces – Barba, por otro, deja ver el lado más siniestro de la izquierda.