sábado, 17 de diciembre de 2011

Silencio en Mallorca

Un amigo «internáutico» me manda, a través del «libro de caras», el anuncio de otra obra blasfema en Mallora: un Belén viviente donde todos los personajes van desnudos.

La noticia, con su foto correspondiente, la pueden ver aquí.

El ¿artista? – cualquiera lleva ya ese nombre – en cuestión, Albert Pinya, es el autor de lo que podríamos decir, en plan castizo, esa buen mierda. Porque lo que ha hecho ese señor no es más que una mierda cuyo único fin es ofender. A Dios y a su Madre. No hay más, porque estos señores no tienen más en la cabeza, o no les cabe otra cosa, que un pene y una vagina.

Ahora bien ¿y el sucesor de los Apóstoles, esto es, el Obispo? Desde el Obispado, silencio, mutismo. Después nos echarán en cara a los fieles laicos la inacción, el testimonio, etc. Pero, ¿y ellos? ¿No se sienten afectados? ¿Y su conciencia? ¿No tiemblan? ¿No tienen miedo de no defender los derechos de Dios y de su Madre?

Pues eso.

Que los Obispos están encantados de haberse conocido.

¡Señor, ven pronto!

2 comentarios:

Pioquinto dijo...

Bueno, los demonios están tanteando al enemigo, que no se da por aludido. De la obra no opino nada, es otra coz a lo sagrado. Pero están poniendo en evidencia a la jerarquía si ya no del lugar, de toda España, sí. Veremos si siguen siendo perrosmudos. O los tradicionales tendrán que salir al quite, como en París. Un saludo afectuoso.

Pioquinto dijo...
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