viernes, 18 de marzo de 2011

Témporas de Cuaresma


Hoy es viernes de las Témporas de Cuaresma. Las Témporas son una tradición antigua en la Iglesia romana. En el Usus Antiquior se celebran cuatro veces al año, al comienzo de cada estación, consagrándose tres días de la semana (miércoles, viernes y sábado) al ayuno, la abstinencia y la oración, con el fin de atraer las bendiciones del Señor sobre la nueva estación y sobre las ordenaciones, que se celebraban antaño en la vigila nocturna del sábado al domingo.

Las Témporas de primavera coinciden con la primera semana de Cuaresma. Las lecturas y los cantos le dan el carácter propio del tiempo. Este año, por la peculiaridad de caer la fiesta de San José el sábado, la celebración de este día queda impedida, no así la conmemoración en el rezo de vísperas de hoy y de laudes mañana.

jueves, 10 de marzo de 2011

El Breviario del 60



El Motu Proprio promulgado por Benedicto XVI, liberaliza el uso de los libros litúrgicos tal como quedaron con la reforma de Juan XXIII, exonerando su aplicación de la voluntad de los obispos, aunque de facto, la realidad es otra, como se ha podido comprobar, de manera muy lamentable en Madrid, donde se ha impedido indirectamente la celebración de una Misa según la Forma Extraordinaria, fuera del lugar a la que ha sido confinada, en las Salesas, como si el Motu Proprio no fuese un regalo para toda la Iglesia.

Juan XXIII acometió una reforma del Breviario, que afectó profundamente al mismo. Si nos atenemos a esa reforma, podemos comprender como llegó pocos años después la reforma litúrgica del 69.

Miércoles de Ceniza

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. (Mat 6, 16 - 21)

Claro está aquí que estos preceptos tienden a dirigir toda nuestra atención a los goces interiores para que no nos conformemos con este siglo, buscando en lo exterior nuestra recompensa, y perdamos la promesa de bienaventuranza, tanto más segura y firme cuanto más interna, en virtud de la cual nos eligió Dios para ser conformes a la imagen de su Hijo.