To His Excellency, Bishop Bernard Fellay, and to the Priests of the Society of Saint Pius X
Your Excellency,
Most dear Brothers,
Christian brotherhood is stronger than flesh and blood because it offers us, thanks to the divine Eucharist, a foretaste of heaven.
Christ invited us to experience communion, this is what our "I" is made of. Communion means loving one's neighbor a priori, because we have the one Savior in common with him. Based on this fact, communion is ready for every sacrifice in the name of unity; and this unity must be visible, as the last petition addressed by Our Lord to his Father teaches us - "ut unum sint, ut credat mundus" -, because this is the decisive testimony of Christ's friends.
It is undeniable that numerous facts of Vatican II and of the period that followed it, related to the human dimension of this event, have represented true calamities and have caused intense pain to many great Churchmen. But God does not allow His Holy Church to reach self-destruction.
We cannot consider the severity of the human factor without having confidence in the divine factor, that is to say, in Providence, who guides history and, in particular, the history of the Church, while respecting human freedom.
The Church is at once a divine institution, divinely protected, and a product of men. Her divine aspect does not deny her human one - personality and freedom - and does not necessarily hinder it; her human aspect, while remaining whole and even compromising, never denies her human one.
For reasons of Faith, but also due to the confirmations, albeit slow ones, that we are able observe at the historical level, we believe that God has prepared and continues to prepare, throughout these years, men who are worthy of rectifying the errors and the ommissions we all deplore. Holy works already exist, and will appear in still greater numbers, that are isolated ones from the others but that a divine strategy links at a distance and whose actions add up to a well-ordered design, as it miraculously happened at the time of the painful Lutheran rebellion.
These divine interventions seem to grow in proportion to the complexity of the facts. The future will make it clear, as we are convinced, and it seems dawn is almost at hand.
During some moments, the uncertain dawn struggles with darkness, which fades slowly, but when it appears we know that the sun is there, and that it will invariably pursue its course in the heavens.
With Saint Catherine of Siena, we wish to say: "Come to Rome in complete safety," next to the house of the common Father who was given to us as the visible and perpetual principle and foundation of Catholic unity.
Come take part in this blessed future in which we can already foresee dawn, despite the persistant darkness. Your refusal would increase darkness, not light. And yet the sparks of light we can already admire are numerous, beginning with those of the great liturgical restoration effected by the motu proprio "Summorum Pontificum". It stirs up, throughout the whole world, a large movement of adherence from all those who wish to increase the worship of God, particularly the young.
How to ignore the other concrete gestures, full of meaning, of the Holy Father, such as the lifting of the excommunications of the bishops ordained by Abp. Lefebvre, the opening of a public debate on the interpretation of Vatican II in light of Tradition, and, for this purpose, the renewal of the Ecclesia Dei Commission?
Perplexities certainly remain, points to be deepened or detailed, as those regarding ecumenism and interreligious dialogue (which has been, for that matter, already the object of an important clarification given by the declaration Dominus Iesus, of the Congregation for the Doctrine of the Faith, of August 6, 2000), or regarding the way in which religious liberty is to be understood.
Also on these matters, your canonically assured presence within the Church will help bring more light.
How not to think of the contribution you could give to the welfare of the whole Church, thanks to your pastoral and doctrinal resources, your capabilities and your sensibility?
This is the appropriate moment, the favorable time to come. Timete Dominum transeuntem: let not the occasion of grace the Lord offers you pass by, let it not pass by your side without recognizing it.
Will the Lord grant another one? Will not we all one day appear before His Court and answer not only for the evil we have done, but above all for the good we might have accomplished but did not?
The Holy Father's heart trembles: he awaits you anxiously because he loves you, because the Church needs you for a common profession of faith before a world that is each day more secularized and that seems to turn its back to its Creator and Savior hopelessly.
In the full ecclesial communion with the great family that is the Catholic Church, your voice will no longer be stifled, your contribution will be neither ignorable nor ignored, but will be able to bring forth, with that of so many others, abundant fruits which would otherwise go to waste.
The Immaculate teaches us that too many graces are lost because they are not asked for; we are convinced that, by answering the offer of the Holy Father favorably, the Society of Saint Pius X will become an instrument to enkindle new rays from the fingers of our Heavenly Mother.
On this day dedicated to him, may Saint Joseph, spouse of the Blessed Virgin Mary, Patron of the Universal Church, inspire and sustain your resolutions: "Come to Rome in all safety".
Rome, March 19, 2012.
Feast of Saint Joseph
d. Nicola Bux
Actualización: La Buhardilla de San Jerónimo ha vertido la carta al español.
8 comentarios:
Bueno, recordando una reciente entrada de Ex Orbe: Parole, parole, parole.
Opino que hay que aclarar el asunto doctrinal, es algo imperioso, primordial, básico, elemental, fundamental, imprescindible. Sin eso, ¿que se estaría haciendo? Seguramente algunas cosas buenas, y otras, no tanto.
Opino que la FSSPX tiene sobradas razones para desconfiar: el que una vez dentro la obra de Mons. Lefebvre sea literalmente destrozada o disuelta como azucarillo es bastante probable.
Si la FSSPX da su brazo a torcer aceptando lo que parece ser le han dado a aceptar entonces la FSSPX estaría traicionando sus principios fundacionales, a la obra de Mons. Lefebvre y a la propia defensa de la Tradición, de la Misa tradicional y de la sana y clara doctrina. La FSSPX tendrá que elegir, pero seguir siendo la FSSPX y aceptar parece incompatible.
Otra cosa es que se le deje a la FSSPX libertad completa para operar y que se le reconozca con verdaderas garantías por ejemplo en los términos que aceptó Mons. Lefebvre en su día. Pero como decía antes lo que pasa es que razones hay para pensar que al día siguiente les venga un cardenal con una historia completamente diferente, exigiendo claudicación y desdiciéndose por completo de lo comprometido. Ustedes me entenderán, supongo. ¿Como va a haber confianza si hoy es Papa ese mismo cardenal, y si en alguna que otra ocasión ese mismo Papa nos ha sorprendido y entristecido ahora con un libro-entrevista, ahora con una ceremonia conmemorativa, ahora con una declaración preocupante, etc... ? No estoy juzgando, intento ser realista, el que lea esto sabe que me refiero a hechos concretos y objetivos, tan concretos y objetivos como el encogimiento del corazón que provocaron y provocan esos hechos en los católicos que todavía no han suspendido el uso de la razón. Quizás todo esto obedezca a una explicación razonable para un católico, pero también puede suceder lo contrario. En realidad no lo sabemos y uno quisiera ser bien pensado pero es que hay que estar en guardia y expectante.
Pero esa aceptación con garantías es también muy improbable, por no decir quimérica. No se puede decir blanco y negro al mismo tiempo: o es blanco o es negro. Y a la vista está que unos dicen blanco y otros dicen negro. Y los que dicen blanco están en clara y verdadera comunión con los papas precedentes (syllabus, juramento antimodernista, doctrina clara, etc... ) mientras que los que dicen negro lo hacen de una manera que ni ellos mismos se aclaran y dan a entender lo que dicen y hasta quieren decir, de tal forma que hay que recurrir al magisterio previo, es decir, a los que dicen blanco. Y así estamos mareando la perdiz pretendiendo hacer creer que diciendo negro realmente lo que se dice es blanco cuando lo evidente es que si queremos decir blanco pues decimos blanco y punto. Así que los negros y escalas de grises vaticanosegundistas como que van sobrando pero de ya o ya. Que no, que no puede ser, que los católicos decimos una sola y una misma cosa, que no se vale decir: "ven, que tu dirás una cosa y yo otra y en así al mismo tiempo los dos seremos la misma cosa, y estaremos en comunión". Eso no es católico, ni habrá comunión. La comunión y lo católico es: "ven, y que digamos y hagamos lo mismo". Y esto quiere decir que o la iglesia conciliar dice y hace lo mismo que la FSSPX o la FSSPX dice y hace lo mismo que la iglesia conciliar. Pero es evidente que no puede ser de otra manera, así que vamos a irnos aclarando pero estas maniobras "ecumenistas" son engañosas, directamente.
Sigue...
... continúa ...
Particularmente y por lo que tengo entendido opino que el Summorum Pontificum en un verdadero insulto a la Misa tradicional. De nuevo no juzgo las intenciones, no si es que era la única manera o había otra, yo en principio opino que hay otras maneras, pero yo no se nada y esto es materia de otra discusión, y por eso me limito a opinar sobre lo objetivo. Y creo que todo lo demás que es mencionado en esa carta va en la misma dirección.
Opino que el CV2 debería ser "revisado", si es que en la práctica eso se podrá hacer en el corto plazo, que lo dudo, porque ahora tenemos a la inmensa mayoría de los obispos mas bien vaticanosegundistas radicales y radicalmente mediocres (todavía me estoy acordando de las loas a la recientemente fallecida cantante protestante y drogadicta, y eso es una nadería, y estamos hablando de lo mejorcito de entre los que llevan báculo).
No puede ser señores. Déjense de palabras bonitas y conmovedoras. Si, si; no, no. Las cuentas claras: 2+2=4. Y cuando se tengan las cuentas claras entonces ahora sí y manos a la obra. Pero eso de: "ven, que te queremos mucho, pero cuando vengas te vas a tragar tu doctrina que es la doctrina clara y vas a hacer lo que yo te diga, y como yo te diga, y te tragarás Asís, y la libertad religiosa, y la colegialidad, y el ecumenismo, y el novus-ordo, y el neo-catecismo, porque te queremos tanto que queremos que te hartes de todo esto hasta reventar".
Por eso opino que esta carta va de lo infantil hasta lo ridículo, tocando posiblemente una parte de falsedad y otra de chantaje.
Parole, parole, parole: Palabras bonitas pero sin tener las cuentas claras. Que triste.
Un par de apuntes:
1. Aclarar que Mons.Lefebvre salió escarnecido de la decepcionante visita del cardenal a tal punto que dijo que la próxima vez sería el quién pondría las condiciones, exigiendo la comunión con los papas antimodernistas y el juramento antimodernista, entre otras cosas.
2. Otra tercera vía, si fuera posible, sería entrar con un pie y dejar el otro fuera por si hubiera que salir pitando. Es una vía difícil y peligrosa para la FSSPX pero es una alternativa.
Muy buen comentario, Antonius, dijiste lo que tenía que haberse dicho. Si entre los de la curía romana hay patadas bajo la mesa, desobediencia al papa, política sucia, imaginen cómo será contra la SSPX, que está en la mira de muchos para demolerla a la primera oportunidad. La gente de mi parroquia SSPX no están entusiasmados con un posible arreglo. Plena comunión?? "Ya estamos en plena comunión con la Santa Iglesia de todos los tiempos". Los que no están en comunión , son los que no obedecen al papa, ni la doctrina de la Iglesia, son los que tuercen la sana doctrina, son los que niegan los dogmas, son los que deberían ser excomulgados, pero están en PLENA COMUNION?????? El mundo anda al revés. Un saludo a mis hermanos Tradicionales y que Dios bendiga a su Iglesia.
Un saludo, amigo Pioquinto.
Hay mucho por ganar y poco por perder. De hecho, si se diera alguno de los temores que vocifera Antonius, no pasaría nada, volveríamos a donde estamos hoy. No sé a qué tanto miedo. El análisis costo/beneficio claramente da a favor de la Frate... y de la Iglesia toda. Por eso los neocon tienen miedo y hacen todo lo posible para entorpecer cualquier posible acuerdo.
Hombre, Guy, si me guarda usted el respeto se lo agradeceré, yo no le he faltado el respeto a usted. Yo no estoy vociferando, estoy opinando y si mis opiniones no le gustan entonces haga el favor de expresarlo de un modo mas respetuoso. Se lo ruego.
Y resulta que sí hay un peligro real. Usted se piensa que esto es como una pelota de pin-pon, que igual que va, viene, e igual que viene, va. Pues no hombre, el gran peligro es la posible desintegración de la FSSPX en la corriente modernista y esa desintegración según el grado de avance sería o muy difícil o imposible de revertir. Como si fuera tan fácil organizar toda una hermandad, disolverla, y ea, ahora otra vez a refundarla. Hombre, haga el favor.
Bueno, mi estimado Isaac, no dudo de las buenas intenciones de msr. Bux, ni del obispo Schneider, ni de tantos y tantos prelados que aún defienden la Tradición en la Iglesia. Pero actualmente , la jerarquía es muy fluida, gentes como msr. Fisichella que parece que juegan para el otro equipo en puestos de responsabilidad , que ya son cartuchos quemados y los reciclan, esto es un círculo vicioso. Un paso adelante, un paso para atrás, un vals que es un disco rayado y que la Iglesia sigue doliente.
La SSPX está ya en plena comunión, papeles más o papeles menos, no debería de cambiar en lo esencial, pero siguen exigiendo la aceptación completa del Concilio V 2 que no es dogmático, mientras permiten que muchos obispos y teólogos disidentes nieguen las bases doctrinales de la Iglesia, NO ME PARECE COHERENTE. El novus ordo establishment sigue vaciando iglesias a ritmo acelerado, las vocaciones prometidas por Kiko Arguello no se materializaron, siguen construyendo edificios con arquitectura extraterrestre y el Summorum Pontificum no ha sido plenamente aplicado, sino a cuentagotas.
Es cuestión de tener paciencia, Francia ya es casi un 33% Tradicional y al alza. España comienza a despertar de su letargo, despúes de haber sido la espada de la Cristiandad, hay mucho entusiasmo en la Argentina, en las Filipinas y la Santa Misa se conoce cada día más. Un sacerdote del novus ordo amigo mío me comentó que es mejor no haya acuerdo, si hubiera que abjurar de la fé católica preconciliar, de adoptar el CONTRSYLABUS en lugar del SYLABUS. Y allí está la crux de la materia. Un saludo , Isaac.
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