jueves, 5 de abril de 2012

Viernes Santo, día de ayuno y abstinencia: en Sevilla, no

Tras el Vaticano II, los días de ayuno y abstinencia quedaron reducidos únicamente a dos: Miércoles de Ceniza y Viernes Santos. Posiblemente, esta medida se tomara con ese sentido absurdo que supone que el aflojar en la prácticas de ascesis conlleva una vivencia más profunda de la misma cuando en la realidad ocurre todo lo contrario. Cuando disminuyen los niveles de exigencia, el resultado es un nuevo aflojamiento del rigor. La ascesis penitencial se encuentra, unas décadas después bajo mínimo.

Para conocer la importancia del ayuno en la ascesis católica no hace falta acudir a ningún documento magisterial, sencillamente basta acercarse a las oraciones colectas de la liturgia tradicional en el tiempo de cuaresma. En las mismas podemos encontrar en un alto porcentaje referencias continuas al ayuno cuaresmal, ya se sabe, eran otros tiempos.

Desde la Constitución Sacrosanctum Concilium, dedicada a la Liturgia, hasta Benedicto XVI, no nos encontramos ayunos de referencias al «ayuno». Por ejemplo:

 La penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser sólo interna e individual, sino también externa y social. Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los diversos países y condiciones de los fieles y recomiéndese por parte de las autoridades de que se habla en el artículo 22.

Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno pascual; ha de celebrarse en todas partes el Viernes de la Pasión y Muerte del Señor y aun extenderse, según las circunstancias, al Sábado Santo, para que de este modo se llegue al gozo del Domingo de Resurrección con ánimo elevado y entusiasta (Sacrosanctum Concilium, 110)
Y otro:


El Viernes Santo conmemoraremos la pasión y la muerte del Señor; adoraremos a Cristo crucificado; participaremos en sus sufrimientos con la penitencia y el ayuno. «Mirando al que traspasaron» (cf. Jn 19, 37), podremos acudir a su corazón desgarrado, del que brota sangre y agua, como a una fuente; de ese corazón, de donde mana el amor de Dios para cada hombre, recibimos su Espíritu. Acompañemos, por tanto, también nosotros a Jesús que sube al Calvario; dejémonos guiar por él hasta la cruz; recibamos la ofrenda de su cuerpo inmolado.


Por último, en la noche del Sábado Santo celebraremos la solemne Vigilia Pascual, en la que se nos anuncia la resurrección de Cristo, su victoria definitiva sobre la muerte, que nos invita a ser en él hombres nuevos. Al participar en esta santa Vigilia, en la noche central de todo el año litúrgico, conmemoraremos nuestro Bautismo, en el que también nosotros hemos sido sepultados con Cristo, para poder resucitar con él y participar en el banquete del cielo (cf. Ap 19, 7-9) (Audiencia General, Benedicto XVI, 20 de Abril de 2.011) (Más aquí)
 

En la Archidiócesis de Sevilla, Monseñor Asenjo, ha vuelto a dar dispensa del ayuno y de la abstinencia del Viernes Santo. Eran dos días, y al final, se ha reducido a uno.

Después cargarán al pueblo por no practicar lo que ellos mismos dispensan.

O sea.

4 comentarios:

Desengañado dijo...

Hace unos años, el día de Andalucía coincidió con el Miércoles de Ceniza. Monseñor Amigo dispensó el ayuno. Aquel año ¡ni un sólo día fue de ayuno!

Anónimo dijo...

Craso error, porque la forma de vivir en Andalucía la Semana Santa es la misma que hace años y no había tantas historias... como dices, empezamos con las rebajas y así nos va.

Anónimo dijo...

Bueno, eso se "arregla" con reparación. Si nos dicen que no ayunemos, pues ayunamos mas. Así que vamos a prepararnos porque a este ritmo nos vamos a quedar en los huesos.

Y ya se que estamos en Pascua, pero desde la misma vigilia ya estamos volviendo a Crucificar al Señor con las graves ofensas que Le hacemos, por ejemplo durante la misma liturgia en estos días. Yo ya llevo mis disgustos. Miro al mundo y lo sigo viendo cada vez mas lejos. Miro la Iglesia, y me da mucha tristeza. Me miro a mi mismo y me veo lleno de inmundicia. Tenemos que mejorar mucho.

Hagamos caso al pregón pascual y como Jesús nos da la vida no la desaprovechemos, no pequemos, no demos mas golpes a Jesús, esforcémonos en llevar una vida santa.

Piadosa Pascua para todos.

Anónimo dijo...

"Miro al mundo y lo sigo viendo cada vez mas lejos. Miro la Iglesia, y me da mucha tristeza. Me miro a mi mismo y me veo lleno de inmundicia. Tenemos que mejorar mucho."

No podrías describir mejor el estado de ánimo de un servidor, con la venia de mi familia y mi pequeño, en el que veo la gracia de Dios en la inocencia de un niño sin maldad.