martes, 2 de octubre de 2012

Nos toman el pelo




Podemos decir, con Schumpeter, que al igual que un almacén no puede ser definido por sus marcas, tampoco un partido político puede hacerlo por sus principios. El único fin de sus miembros es la lucha por el poder. El político opera con los votos igual que el comerciante con el aceite. En definitiva, la democracia es el gobierno del político.

El grado de decisión del electorado en la democracia representativa liberal es irrisorio. Hoy, además, se añade la grosería y la desvergüenza en el mentir, como demuestra la lectura de las cifras del paro que hoy nos han ofrecidos los Servicios Públicos de Empleo.

Hay que decir, previamente, que el gobierno del PP, no ha quitado la trampa que el gobierno anterior del PSOE había introducido en la medición para quitar, literalmente, sacar parados del total. De esta manera, el gobierno hoy nos ha dicho que el número total de parados en España es de 4.705.279 personas, cosa que es mentira ya que habría que añadir las 592.262 personas que se encuentran bien como DENOS, demandantes de empleo no ocupados, bien como Trabajadores Eventuales Agrarios o bien como Desempleados con disponibilidad limitada. Si sumamos ambas cifras, podremos comprobar cómo el número total de parados monta ya los 5.299.541 desempleados, cifra realmente horripilante.

Sin embargo, según el Ministerio de la cosa, el incremento del número de parados en el mes de Septiembre del corriente, 79.645 personas, es sensiblemente mejor que el del año pasado, donde el incremento fue de 95.817 personas. Es decir, que la mejoría está en que el paro sigue incrementando, pero menos. ¿Habráse visto tamaña desvergüenza?

Definitivamente, los políticos se ríen de nosotros. Han encontrado un filón y lo van a seguir explotando.

La incapacidad del gobierno, no tiene límites. Su desvergüenza, tampoco.

1 comentario:

Miles Dei dijo...

La casta tiene que mantenerse y como ya ha creado la sociedad viciosa e ignorante similar a la piara de cerdos, pues ya puede manejarlos a gusto.

Por cierto, para pedir el dinero a Bruselas todos de acuerdo de nuevo, cuando llegue la pasta la liamos de nuevo en plan nacionalista.