Pero sobre todo, como ministros suyos, al ofrecer el sacrificio por excelencia, que cada día se renueva -en virtud de una fuerza perenne- por la salud del mundo, nos hemos de poner en aquella misma disposición de alma con que El se ofreció a Dios cual hostia inmaculada en el ara de la Cruz. Si antiguamente, cuando no había sino símbolos y figuras, se requería santidad tan grande en los sacerdotes, ¿qué no habrá de exigirse a nosotros, cuando Cristo mismo es la víctima? ¿A quién no debe aventajar en pureza el que goza de semejante sacrificio? ¿A qué rayo de sol en esplendor la manos que parte esta carne, la boca que se llena del fuego espiritual, la lengua que se enrojece con la sangre que hace temblar? (San Pío X, Haerent Animo, 4)
Original: Hallowedground
1 comentario:
Hola Isaac, espero tú y los tuyos se encuentren bien. Necesitamos celebrar la verdadera Santa Católica para poder acabar con la crisis. En lugar de éso, Levada quería acabar con la SSPX. Qué podemos esperar de los romanos? Nada bueno. Y el mundo sigue sufriendo, por no consagrar a Rusia la corazón inmaculado de María. Dios bendiga.
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