La noticia, con su foto correspondiente, la pueden ver aquí.
El ¿artista? – cualquiera lleva ya ese nombre – en cuestión,
Albert Pinya, es el autor de lo que podríamos decir, en plan castizo, esa buen
mierda. Porque lo que ha hecho ese señor no es más que una mierda cuyo único
fin es ofender. A Dios y a su Madre. No hay más, porque estos señores no tienen
más en la cabeza, o no les cabe otra cosa, que un pene y una vagina.
Ahora bien ¿y el sucesor de los Apóstoles, esto es, el Obispo?
Desde el Obispado, silencio, mutismo. Después nos echarán en cara a los fieles
laicos la inacción, el testimonio, etc. Pero, ¿y ellos? ¿No se sienten
afectados? ¿Y su conciencia? ¿No tiemblan? ¿No tienen miedo de no defender los
derechos de Dios y de su Madre?
Pues eso.
Que los Obispos están encantados de haberse conocido.
¡Señor, ven pronto!
2 comentarios:
Bueno, los demonios están tanteando al enemigo, que no se da por aludido. De la obra no opino nada, es otra coz a lo sagrado. Pero están poniendo en evidencia a la jerarquía si ya no del lugar, de toda España, sí. Veremos si siguen siendo perrosmudos. O los tradicionales tendrán que salir al quite, como en París. Un saludo afectuoso.
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