sábado, 3 de septiembre de 2011

Restarurar todas las cosas en Cristo


Y verdaderamente, Venerables Hermanos, esta vuelta de todas las naciones del mundo a la majestad y el imperio de Dios, nunca se producirá, sean cuales fueren nuestros esfuerzos, si no es por Jesús el Cristo. Pues advierte el Apóstol: Nadie puede po ner otro fundamento, fuera del que está ya puesto, que es Cristo Jesús[xvii]. Evidentemente es el mismo a quien el Padre santificó y envió al mundo[xviii]el esplendor del Padre y la imagen de su sustancia[xix], Dios verdadero y verdadero hombre: sin el cual nadie podría conocer a Dios como se debe… pues nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiera revelárselo[xx].

Que los hombres vuelvan a Dios, por la Iglesia

De lo cual se concluye que instaurar todas las cosas en Cristo y hacer que ]os hombres vuelvan a someterse a Dios es la misma cosa. Así, pues, es ahí a donde conviene dirigir nuestros cuidados para someter al género humano al poder de Cristo: con El al frente, pronto volverá la humanidad al mismo Dios. A un Dios, que no es aquel despiadado, despectivo para los humanos que han imaginado en sus delirios los materialistas, sino el Dios vivo y verdadero, uno en naturaleza, trino en personas, creador del mundo, que todo lo prevé con suma sabiduría, y también legislador justísimo que castiga a los pecadores y tiene dispuesto el premio a los virtuosos.

Encíclica E supremi




Oremus

Deus, qui ad tuéndam cathólicam fidem, et univérsa in Christo instauránda sanctum Pium, Summum Pontíficem, cælésti sapiéntia et apostólica fortitúdine replevísti: concéde propítius; ut, eius institúta et exémpla sectántes, praemia consequámur ætérna.

Per eundem Dominum nostrum Iesum Christum Filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum.

Amen.

¡San Pío X, ruega por nosotros!

Antes aquí

3 comentarios:

Pioquinto dijo...

Me hago eco,

Sancte Pie Decime,
gloriose patrone,
Ora, ora, ora pro nobis.

Miles Dei dijo...

¿Por qué existiendo un Papa santo en el siglo XX -el primero en 500 años- ha sido tan olvidado y su magisterio tan esquinado como el de San Pio X?

¿Por qué se conduce y se entrega a la gente al culto de masas de un Papa beatificado a toda velocidad en estos últimos días ignorando a San Pio X y San Pio V, como si la comunión de los santos fuera una farsa dentro del Papado?

Anónimo dijo...

...Instaurare omnia in Christo...
En Argentina llegaron al extremo de desacrar una estatua de San Pío X, cortàndole la cara y "aggiornándola" para actualizarla al turbomagno.
Se consagró todo lo que hizo Juan Pablo II, bueno o malo, de un plumazo. No hay nadie que haya hecho más para la verdadera evangelización de los pueblos, que Isabel la Católica. Su canonización sigue durmiendo el sueño de los justos.
Y que es éso de la "nueva evangelizaciòn"? Evangelizar a los que ya estaban evangelizados? O hacer proselitismo con protestantes? No lo creo.
Más lenguaje nebuloso. Un saludo.