miércoles, 24 de agosto de 2011

Dos momentos de la JMJ


Una vez aventado el sahumerio de la JMJ – al menos el material, ya que el laudatorio todavía sigue perfumando el ambiente -, me gustaría apuntar a dos asuntos importantes – al menos para mí – de la JMJ.

Por orden cronológico, el primero ha sido la conferencia pronunciada por el Santo Padre ante los profesores universitarios en el Escorial. En la misma, el Papa denuncia el sometimiento postmoderno de la Universidad al sistema productivo, buscando la formación y promoción de profesionales competentes. Sin embargo, no es eso.

Por desgracia, la Universidad se ha convertido en una versión decadente de la antigua Formación Profesional. El utilitarismo y el pragmatismo gobiernan el ambiente universitario y las consecuencias, como dice el Papa, van «desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder».

Asumir esta crítica implica una reforma del sistema educativo, huyendo de la masificación y liberando el conocimiento del sistema productivo. Es un discurso perfectamente asumible por no creyentes y creyentes. Sin embargo, los primeros están ocupados haciendo ideología, mientras que los segundos, para no perder clientela, se conformarán con dar un barniz católico. Ahora bien, lo dicho, dicho está.




El segundo hecho significativo ocurrido en la recién clausurada JMJ de Madrid, ha sido el anuncio de que San Juan de Ávila, santo y maestro de santos, será nombrado próximamente Doctor de la Iglesia: un gran regocijo para la Iglesia Universal y, en particular, para la española.

Desgraciadamente, la espiritualidad y la ascesis del Maestro Ávila, se han vuelto extrañas en nuestra Iglesia. Aquí pueden encontrar un ejemplo de lo que quiero decir. ¿Están los obispos dispuestos a actuar y recibir el enorme peso de la enseñanza de San Juan de Ávila? ¿O más bien, se pondrá en funcionamiento el «ministerio de la verdad clerical», de manera que, el futuro Doctor, será reinterpretado y presentado como un cura postmoderno, totalmente alejado de la realidad?

Yo espero que no y que el anuncio de su promoción a Doctor de la Iglesia, aumente el deseo por el conocimiento de los escritos del santo.

Oremus!

3 comentarios:

Pioquinto dijo...

Hubo aquellos impresentables que se opusieron a que el Santo Padre declarara al Cura d'Ars como santo patrono de los sacerdotes, cuando ya era aclamado como tal. No se pudo.
La Santa Iglesia tiene grandísimos santos, que están medio olvidados, pero necesitamos desempolvarlos y pedir su intercesión urgentemente. Tal vez las JMJs le robaron cámara al santo de Avila, pero conviene promover sus escritos y su imagen a toda la cristiandad. Dios escribe en renglones torcidos y de la JMJ puede salir algo bueno.

Un ronin católico dijo...

Sin ilusiones. Ahí está el Aquinate, tantas veces recomendado en los documentos del magisterio y en el mismo concilio y nada de nada.

Se le alabará, se le dirán misas y poco más. Sus escritos letra muerta que no será leída o será sobreseida con múltiples excusas que tantas veces hemos oído.

+Miguel Vinuesa+ dijo...

Isaac, tengo todos los discursos del Santo padre en la JMJ en pdf. Verdaderamente, si uno es bueno, el siguiente es mejor.

Otro momento memorable ha sido el encuentro con religiosas. Y El Escorial, precioso.