sábado, 1 de octubre de 2011

Cismas dentro de la Iglesia


El blog amigo Catapulta, ha publicado unas fotos de una Misa celebrada en San Pablo, Brasil. Son de Agosto del corriente.

Las imágenes que recogen las fotos son, por desgracia, el reflejo de lo que puede ser una Eucaristía normal y corriente. Sin embargo hay una que causa pavor y es la que pongo a continuación:



Aquí pueden ver a una mujer - ¿laica?, ¿beata? -, tomando la Eucaristía en la mano – como si fuese un autoservicio – y mojándola en el Sanguis, ante la mirada de un sacerdote. Una verdadera película de miedo.

Los Evangelios narran que fue el Señor el que repartió Su Cuerpo y Su Sangre a los discípulos. Los apóstoles recibieron la Eucaristía del Señor, no lo tomaron ellos directamente. Los sacerdotes que introducen, permiten y consienten esta práctica, están rompiendo con lo que enseña la Sagrada Escritura y la Tradición. Están distorsionando la celebración del sacramento, rompiendo la unidad litúrgica de la Iglesia.

San Cipriano decía que «Un segundo altar y un nuevo sacerdocio no pueden establecerse al lado del único altar y del único sacerdocio» (Epist. lii, 24). La unidad de la fe conlleva la unidad litúrgica. Pero si la unidad litúrgica se deshace, la fe va con ella.

Yo diría que dentro de la Iglesia tenemos estos «micro – cismas», pequeñas rupturas que afectan al Cuerpo Místico de Cristo. Documentos que ordenan, mandan, recomiendan y exhortan contra estos abusos litúrgicos tenemos muchísimos, sin embargo sus consecuencias prácticas son nulas. ¡Si los propios obispos desobedecen respecto a la traducción del pro multis! ¿Con qué fuerza moral se pueden enfrentar ante casos como éste?

De ahí la importancia radical que tiene la celebración de la Misa según la Forma Extraordinaria. Sin embargo, para los obispos – salvo honrosas excepciones -, el tema litúrgico es secundario.

O al menos dan esa apariencia.

 ¡Señor ven pronto!

5 comentarios:

Pioquinto dijo...

Estoy leyendo la historia del cisma anglicano con Enrique VIII y cuyo artífice fué el arzobispo de Canterbury, Cranmer. La descatolización fué en tres etapas: traducir la misa a la lengua vernacular, cambiar el altar por una mesa y un arbitrario cambio en el rito, trastocando el canon de la Santa Misa y eliminando tantas rúbricas como fuera posible.
Pero la conversión no fué pacífica: hubo un levantamiento de miles para traer la Misa católica de vuelta. Se hubieron de traer mercenarios luteranos alemanes para sofocar a sangre y fuego la rebelión, dejando una estela de destrucción y muerte, pero la Misa No fué restaurada. Qué hicimos los católicos para evitar que nos quitaran nuestra Misa? Nada. Permanecimos impasibles, cuando nos fueron desmontando la misa, pieza a pieza, hasta llegar a estos horrores que contemplamos día a día. Y el católico, lejos de rebelarse, no se vuelve a parar en misa y se pasa a servicios protestantes más reverentes o se hace agnóstico. Y éso es darle la victoria al enemigo malo.

Anónimo dijo...

Yo no creo que sea apariencia, mas bien todo lo contrario creo que lo que se hace se hace con verdadero júbilo, entusiasmo y convicción. Como mucho, quizás, puede ser que en algunos casos lo que haya sea mas bien cobardía, disfrazada comúnmente de prudencia, obediencia, etc... No sabría decir que es peor, francamente, si la convicción en el error o la cobarde defección en la defensa de lo Sagrado.

Y ya que se ha hablado del tema de los ingleses quiero aprovechar para decir que cada vez estoy mas convencido de que Dios ha permitido que esa nación de réprobos y de corruptos haya sobrevivido sorprendentemente en la historia tomando los caminos que tomó y haya tenido y tenga tanto poder (en suma con sus hijos, así que mas bien hablemos del mundo anglosajón en general, USA en especial) porque creo que Dios le tiene deparada un papel importante para los últimos tiempos. Una misión haciendo de malos, de instrumento del Malo. Y perdón por salirme del tema.

Pioquinto dijo...

Correcto, Antonius. La Tradición está bien posicionada en los EEUU. Hay muchísimo interés en lo que está sucediendo hoy día en la Iglesia. Home schooling se está volviendo cada vez más popular. Y perdónenme si digo que el catolicismo es más genuino que el catolicismo cultural o folklòrico.
Qué podemos hacer para parar en seco estos abusos en nuestras Iglesias novusordo? Hablarle fuerte al padre. Si no escucha, reportarle al obispo. Y si no hacen caso, dejar de dar limosna, pero asegurándose de enviar un documento explicando porqué, tanto al sacerdote como al obispo. Saludos.

Giuseppe dijo...

Lo de la foto no es nada.El otro día una chica joven con pantalones ceñidos y botas ajustadas, en plan putón, levantaba el cáliz hacia el cielo como si nada; ya que el sacerdote estaba ocupado.Mientras no lo haga en tanga...

Cæremoniarius dijo...

Es interesante la teoría de los Microcismas. El único problema es que hoy en día no son tan micro. En particular, aquel que atenta contra la Santa Misa, puesto que es lo fundamental.

Pero se entiende muy bien la idea.

Saludos!