sábado, 22 de octubre de 2011

¿Se ha modificado la moral sexual?




Evidentemente, el título que abre este artículo es irónico.

En declaraciones al diario El Pais de Urugay, Monseñor Carrasco de Paula, presidente de la Academia Pontifica para la Vida, fue sometido a una interviú donde se recogen las siguientes declaraciones:

 -En los últimos años se ha reinterpretado la Encíclica Humanae Vitae y se modificó su traducción del latín: tener hijos pasó de ser una "obligación" para un católico a ser una "misión". ¿Qué cambia eso para el cristiano de a pie?

-Cambia mucho. Un deber es una cosa que uno tiene que hacer y una misión, en cambio, es algo que siento que tengo que hacer, pero lo tengo que hacer también con la cabeza. El tema central de la Humanae Vitae es la maternidad y paternidad responsable. Para que haya responsabilidad es necesario que lo que se hace responda a un raciocinio que es libre y que uno asume. 

-¿En esa concepción es válido entonces para la Iglesia que un matrimonio posponga la decisión de ser padres? 

-Por supuesto, y además que es responsabilidad suya. No se lo puede imponer nadie. La cuestión de los hijos no es una obligación mecánica.

-¿Lo mismo piensa en el caso de que decidan no tener hijos?

-Puede ser también, no se excluye. Aquí podemos confundirnos con otro tipo de problemática del Derecho Canónico: una persona casada con la intención de excluir del modo más absoluto el tener hijos, no sería propiamente un matrimonio. Pero es muy diverso, de eso a decir que en estos momentos o por mucho tiempo o lo que sea no nos conviene asumir. Esto es una cosa que puede ocurrir, que no es lo más normal, pero está ocurriendo. 

-¿Hay algún caso en que la Iglesia acepte el uso del preservativo?

-Vamos a ver, claro que lo hay, lo que pasa es que es muy difícil decirlo. Hay cosas que no se pueden decir porque necesitarían tanta explicación...

-¿Pero no es mejor intentar explicarlo y que la gente lo sepa y pueda comprenderlo? 

-El problema del preservativo, es un contraceptivo, entonces la Iglesia cuando habla de la contracepción no se está refiriendo a la relaciones sexuales sin más, sino sola y exclusivamente a las relaciones sexuales entre marido y mujer, en el contexto del matrimonio. Lo que pasa fuera de eso no es contracepción. Prefiero no profundizar más en esto.

-¿Cuál es la posición de la Iglesia cuando una mujer es víctima de una violación y quiere evitar la concepción? 

-Esa mujer tiene todo el derecho del mundo a hacer lo posible para evitar que una vez violada le produzca un embarazo.

-¿En la práctica usted que le aconsejaría?

-Ahí viene la pregunta técnica: ¿hay algún modo de evitarlo? Es un tema delicado. Hay una ventana de cinco días máxima entre la violación y cuando se puede producir la concepción. Si no se ha producido en cinco días ya es seguro que no va a producirse, ya se puede despreocupar. Por lo tanto, hay posibilidades de intervención, por ejemplo con lavados o cuestiones de ese estilo.

-Pero esos no son métodos muy efectivos... 

-No lo son. Si dispusiéramos de un fármaco que impidiera la ovulación, sería perfectamente lícito utilizarlo.

-Eso es lo que para muchos es la píldora del día después.

-No, tiene un inconveniente: puede evitar la ovulación pero si la concepción se ha producido, provoca la eliminación.

-Entonces, ¿aún no hay un método que considere válido y sea efectivo? 

-Exactamente, pero el día que haya uno que tenga simplemente el efecto de impedir la ovulación, se podrá usar. 

(…)

-¿Cuál es el interés de la Iglesia en estudiar el síndrome post aborto, una práctica que desaprueba de forma tan contundente? 

-La Iglesia tiene conciencia de que su misión no es decir esto está mal y no se puede hacer. Su misión es también ayudar a la gente, incluso a la gente que hace una cosa mala, para que salga de ahí. Para la Iglesia lo más importante es la persona, en este caso la persona que ha abortado. A esa persona no se la puede dejar sola. 


Estas sorprendentes declaraciones me sugieren el siguiente cuestionario, que no trata de ser exhaustivo:

- ¿Ha engañado la Iglesia a sus fieles a lo largo de los siglos en la doctrina matrimonial? Porque la Iglesia sí ha expresado y explicitado, lo que está bien y lo que está mal. Porque la persona que aborta tiene que arrepentirse, ya que ha matado a un inocente, que es la víctima. 

- Viendo la fecundidad de los matrimonios del Opus Dei, especialmente la de aquellos miembros de edad provecta, teniendo en frente las declaraciones de Monseñor Carrasco de Paula, ¿podríamos decir que la Obra ha estado engañando a sus miembros durante muchos años?

 - A la luz de lo expuesto por este sucesor de los apóstoles, ¿cómo explicar Luc. 20, 35 – 36? Porque en ese pasaje el Señor identifica matrimonio con generación.

 - ¿Son los hijos, procreación y educación, según las palabras del Monseñor, el fin primario del matrimonio?

 - Igualmente, ¿qué hacemos con las palabras del Papa Pío XI en la Casti connubii: « Lo cual también bellamente deduce San Agustín de las palabras del apóstol San Pablo a Timoteo, cuando dice: Que se celebre el matrimonio con el fin de engendrar, lo testifica así el Apóstol: “Quiero —dice— que los jóvenes se casen”. Y como se le preguntara: “¿Con qué fin?, añade en seguida: Para que procreen hijos, para que sean madres de familia“»?

 - ¿Admite excepciones el pecado contra la naturaleza? ¿Cuándo se ha invalidado la doctrina tradicional de la castidad en el matrimonio?

 - Por otra parte, ¿qué hacemos con lo expresado por S.S. Pío XII, en su Discurso al Congreso de la Unión Católica Italiana de Obstréticas:


 Por lo tanto, abrazar el estado matrimonial, usar continuamente de la facultad que le es propia y sólo en él es lícita, y, por otra parte, substraerse siempre y deliberadamente sin un grave motivo a su deber primario, sería pecar contra el sentido mismo de la vida conyugal.

 De esta prestación positiva obligatoria pueden eximir, incluso por largo tiempo y hasta por la duración entera del matrimonio, serios motivos, como los que no raras veces existen en la llamada “indicación” médica, eugenésica, económica y social.

De aquí se sigue que la observancia de los tiempos infecundos puede ser “lícita” bajo el aspecto moral; y en las condiciones mencionadas es realmente tal.

 Pero si no hay, según un juicio razonable y equitativo, tales graves razones personales o derivantes de las circunstancias exteriores, la voluntad de evitar habitualmente la fecundidad de la unión, aunque se continúe satisfaciendo plenamente la sensualidad, no puede menos de derivar de una falsa apreciación de la vida y de motivos extraños a las rectas normas éticas.


¿Podríamos decir que ya no hay graves motivos para sustraerse del deber primario del matrimonio, sino que es una decisión del matrimonio.

Mi sensación es que estamos ante una nueva Iglesia, una Iglesia que rompe con la anterior. Esto explica el porqué del odio a la HSSPX: ellos son los que, apelando al magisterio anterior, muestran las vergüenzas doctrinales de estos monseñores.

Para terminar, unas palabras del Papa Pío XI sacadas de las Casti Connubii:





Por consiguiente, según pide Nuestra suprema autoridad y el cuidado de la salvación de todas las almas, encargamos a los confesores y a todos los que tienen cura de las mismas que no consientan en los fieles encomendados a su cuidado error alguno acerca de esta gravísima ley de Dios, y mucho más que se conserven —ellos mismos— inmunes de estas falsas opiniones y que no contemporicen en modo alguno con ellas.

Y si algún confesor o pastor de almas, lo que Dios no permite, indujera a los fieles, que le han sido confiados, a estos errores, o al menos les confirmara en los mismos con su aprobación o doloso silencio, tenga presente que ha de dar estrecha cuenta al Juez supremo por haber faltado a su deber, y aplíquese aquellas palabras de Cristo: “Ellos son ciegos que guían a otros ciegos, y si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en la hoya”.


¡Señor ven pronto!

10 comentarios:

Cesar Augustus dijo...

Pues si ¡que verguenza!... y como dices, con cosas como esas se entiende porque les molesta tanto la FSSPX.

Quizá personas como el piensen que ganan mucho diciendo lo que el mundo quiere oir.

Edgar dijo...

Isaac, secundo tu moción: Señor ven pronto! y añado !y líbranos de estos lobos con piel de cordero!

Marcelo dijo...

Sr. Garcìa Exposito.

El tema de los fines del matrimonio,mas concretamente, la cuestiòn de un fin primario
-procreaciòn y educaciòn de los hijos- y un fin secundario -ayuda mutua de los cònyuges y remedio de la concuspicencia- es uno de los temas que ya no se enseñan desde el Vaticano II, o mas bien se enseña lo contrario. Basta comparar al respecto el Còdigo
de Derecho Canònico de 1917 (art. 1013) con el nuevo C. de Derecho Canònico de 1983 (art.1055).


Ud. pone el dedo en la llaga con este post, pero en realidad lo que dice este Monseñor es una consecuencia derivada de aquello. Si no se distingue la prioridad de los fines, no puede sorprender que se omita el requerimiento de causas graves o serias como Pio XII predicaba, y al parecer, se deje la cuestiòn a la decisiòn de los cònyuges.
Saludos

Miles Dei dijo...

Hay que entender además que lo que dice este hombre es algo que ya se puso sobre la mesa en las sesiones conciliares y que el mismo Pablo VI retiró de la discusión conciliar para publicar al final la Humanae Vitae. Ahora simplemente está reinterpretándose esa encíclica conforme a la voluntad que ya tuvieron en el Concilio. El mayor escándalo es que jamás se dijera nada de la Conferencia Episcopal Canadiense y su declaración al respecto por la que quedaba el aplicar o no la Humanane Vitae a la libre conciencia de los fieles (jamás se han retractado de esa declaración ni la han retirado y no han sido amonestados por ello)

Fíjese esa distinción entre misión y deber u obligación (sobre la traducción de la palabra "munus") en la encíclica. Es un modo gnóstico de proceder, tanto por separar las personas (en las que cunmplen con obligaciones y las que tienen "misiones") como por la forma de corromper el lenguaje para alterar la doctrina.

El tema de la contracepción, como ya señalé en Ex-Orbe es más de lo mismo. Cambiemos el sentido de concepción a la relación que se da solamente dentro del matrimonio y tendremos que en un pecado de fornicación, adulterio o de cualquier otro fuera de esa relación no hay concepción y por tanto no puede haber jamás contracepción por mucho que se usen los medios anticonceptivos. Entonces fuera del matrimonio pasa a ser lícito todo contraceptivo siempre que no produzca un aborto porque no añade nada esencial al acto sexual. Incluso en algunos casos pasa a ser un derecho el usarlos porque se sirve a la misión de la persona (así lo exponen para la violación de las monjas).

Esa es la línea que se ha impuesto en los moralistas hoy y que no deja de tener algo perverso en cuanto que simplemente los moralistas están diciendo que los hijos naturales no deben venir al mundo en lugar de decir que la concepción de una nueva vida sólo debe darse dentro del matrimonio y que si se da fuera es un pecado.

En la práctica las consecuencias son tan desastrosas como la alusión del Papa en Luz del Mundo (que vino precisamente por esta teoría tan en boga)

Esta teoría, en apariencia muy fuerte en su presentación, es una sibilina consecuencia del pelagianismo rampante en la Iglesia. Me explico: caído el horizonte de la gracia de Dios, el hincapié está en el medio humano para evitar el pecado. Pero no sólo para evitarlo, sino para sanarlo en sus consecuencias. La alusión a la gracia es tan necesaria para mantener un matrimonio como para mantener la propia virginidad (no podemos olvidar a los mártires de la castidad como Santa María Goretti y aún esa misma chica española que iba a un centro del Opus Dei y que está en proceso). Es igualmente necesaria para sobrellevar la pena y sanar un pecado en sus efectos y consecuencias.

Con sus teorías, los moralistas simplemente trasmutan la gracia por la técnica. No solo prevenimos el pecado (cocebir fuera del matrimonio) sino incluso sus consecuencias, sanándonos del mismo (medios contraceptivos a posteriori). Es una perversión sibilina y que obedece a la misma bombra pelagiana omnipresente en la Iglesia desde la inversión antropológica.

Miles Dei dijo...

"Entonces fuera del matrimonio pasa a ser lícito todo contraceptivo siempre que no produzca un aborto"

Al final esta misma reticencia al aborto acabará cayendo en base a esa misma técnica que mostrará como la animación no se ha producido y como es posible evitar la misma, lo cual es una impostura teológica, que vemos omnipresente en muchos moralistas y biólogos de avanzada (Maciá SJ entre otros) Cambiado el concepto de "conepción" no tardaremos en ver también asumido generalmente el cambio sobre el concepto de "embrión" perdiéndose el respeto por toda vida humana en aras de la misma técnica pelagiana. (La discusión sobre la animación pasará a ser de un acto sobrenatural sobre la unión de hombre y mujer a un acto de técnica humana por el que se discierne quien es el hombre) Tiempo al tiempo.

Anónimo dijo...

Adversus Haereses:

Miles Dei, lo felicito. Y coincido en todo con Ud.: los que justifican moralmente semejantes posturas son unos perversos, hipócritas y corruptores de los fieles.

gerardo dijo...

Sr.Isaac.

Me da gusto localizarlo de nuevo ¿Porqué ya no aparece en infocatóloca.

Saludos.
Gerardo.

gerardo dijo...

Sr Issac.
Me da gusto localizarlo de nuevo.
¿Porqué ya no esta en infocatólica?

Saludos.

Isaac García Expósito dijo...

Gerardo: ha sido algo similar a las lentejas: o las tomas o las dejas. Y yo las dejé.

Froilan dijo...

Mucho cuidado con el usuario Miles Dei. Ha sido expulsado de catholic.net , de infocatolica, intereconomia y de otros sitios. Sus intervenciones pueden resultar dañinas y contrarias a la Doctrina Católica.